A pesar de que Dios es santo, trascendente y supremo, Él también está involucrado en nuestro mundo, y el profeta puede ver “Su gloria”-una manifestación externa que para nosotros refleja la Divinidad, como personas.
En contraste con la entrega de la Torá, en la cual Dios desciende a nuestro mundo, he aquí que las visiones de Yeshaiahu tienen lugar cuando la Divinidad se haya en su lugar y la persona se eleva a lo más elevado. La visión que contempla, refiere a este punto: “yo vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso, y Sus faldas llenaban el templo” (versículo 1).
Primero, el hecho mismo de la visión es paradójico ya que ¿cómo es posible que la persona vea lo que está más allá de su alcance? Es por ello que la Guemará señala que la visión era tenue y no clara (“de una manera que no ilumina”).
En segundo orden, Dios es elevado y está por encima de todo, pero está sentado en un trono que es la expresión de la revelacion de la gloria de Su Divinidad a nosotros. “Sus faldas llenaban el Templo”. Si el trono refleja la gloria revelada a nosotros como excelso y elevado y más allá de nuestra percepción, pues sus faldas llenan el Templo y están involucradas en nuestro mundo. Y he aquí, que este involucramiento es una manifestación de Su supervisión e involucramiento en nuestro mundo, pero tampoco está exenta de tensión, ya que si Dios colma el Templo, pues no queda lugar para que ninguna criatura se integre y encuentre su lugar, debido a que los márgenes del manto del Rey de los Reyes impiden al resto de la creación una existencia independiente y todo es percibido como expresión de Su gloria. Hay aquí una tensión incorporada que nunca se resolverá totalmente.
Así llegamos al versículo central:” ¡Santo, Santo, Santo, es el Señor de los ejércitos; toda la tierra está llena de Su gloria!”. Se puede comprender que el versículo viene a señalar y enfatizar una y otra vez la exaltación y trascendencia de Dios, quien se halla más allá del mundo material y la impureza. Acorde a ello, la continuidad del versículo “toda la tierra está llena de Su gloria”, es lo contrario, y viene a indicar la tensión mencionada anteriormente, de que Dios es trascendente y elevado del mundo pero está involucrado en él. El inicio del versículo hace referencia a Dios y Su santidad que está más allá del mundo, mientras que el final del mismo, alude a la gloria. Tal como lo explicaron los Sabios de Israel de la Edad Media, la gloria es una manifestación externa que se revela a nuestros ojos, que de alguna manera, refleja la Divinidad para nosotros, pero no es la cosa en sí misma.
Esto se asemeja a las prendas o el hogar de la persona. Las prendas de la persona son una señal de rconocimiento externo que refleja algo de su interior, pero que no es la persona misma. Así también sucede con la gloria aludida aquí y en otros profetas. No es la esencia de Dios sino un elemento creado que se revela a los ojos del profeta y le permite conocer las cualidades y modos de acción de Dios.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion