La profecía que abordaremos a continuación está dirigida a Damesek, no obstante, también alude al castigo que habrá de llegar a Israel por sus pecados. ¿Cuál es el sentido del nexo entre los dos reinos? ¿Y a qué refieren los altares mencionados en el marco de la profecía?
La siguiente profecía comienza con las palabras “Masá (profecía) de Damesek”, sin embargo, al observarla, se contempla que sólo los tres primeros versículos aluden a Damesek, que es el reino de Aram, y todo el resto de la profecía trata sobre el reino de Israel, y a posteriori, sobre los otros pueblos. ¿Cuál es el significado del nexo entre las dos partes de la profecía?
Parece que el profeta Yeshaiahu alude en su profecía al período de Pekaj, el hijo de Remaliahu, rey de Israel, quien formalizó un pacto con el rey de Aram con el fin de causarle daño al reino de Iehudá, en el cual, en esa época reinaba Uziá, y luego, Ajaz. La profecía anuncia el final de los dos reinos, Aram e Israel, de modo que su honor desaparecerá y se convertirán en islas de ruinas. La razón principal para esta dura profecía es el abandono de Dios y su confianza y la búsqueda de apoyo en otros pueblos y en dioses-Pekaj, el hijo de Remaliahu, el rey de Israel, acuerda un pacto con los enemigos de Israel a fin de luchar con el reino de Iehudá. Además de ello, el pueblo de Israel deposita su confianza en otros dioses y construye altares en su honor, un fenómeno que evoca mucho lo descrito en Melajim II, capítulo 15, en relación al altar visto por Ajaz en Damesek y copió su estructura para el Beit HaMikdash, el Gran Templo. Resulta que se trataba de un altar impactante que atrajo la atención del rey de Iehudá, y probablemente, también la del rey de Israel.
El profeta da cuenta de que en el futuro, el pueblo de Israel arrojará a todos los dioses y abandonará los altares hechos por ellos y volverán a confiar en Dios (17,7-8). Este anuncio será difundido entre todos los pueblos de alrededor, de modo que todos sepan que no hay nadie a excepción de Dios, e iluminarán su rostro con una ofrenda y un presente (18,7).