En nuestro capítulo, Shaúl asciende-lo que tenía en su corazón en el pasado, y se pone de manifiesto por medio de intentos ocultos e indirectos, se convierte ahora en una afirmación explicita, la cual es compartida con sus allegados: “Matar a David”
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En una primera fase, es difícil contemplar cuál es la causa oficial para matar a David, y por consiguiente, aparentemente no se trata de un imperativo oficial, sino de un intento de atentar contra David, en forma oculta. Y sin embargo, aquí se reconoce el error de Shaúl. Al dirigirse también al heredero de la corona, Yonatán, da cuenta de que Shaúl no estaba al tanto del profundo vínculo de su hijo con David.
Yonatán le comunica a David sobre el cambio registrado en Shaúl, y de a poco le cuenta a David acerca de su plan para convencer a Shaúl de que se retracte de sus pensamientos en relación a David. Y efectivamente, Yonatán logra persuadir a su padre con emotivas palabras que no debe hacerle daño a David.
Primero, Yonatán señala que la actitud de Shaúl hacia David está en el orden del pecado, pero enfatiza que Shaúl es el rey, y David, su siervo, y de ese modo, profundiza la sensación de seguridad de Shaúl. Yonatán presenta, por un lado, la entrega total de David, que puso su vida en riesgo, en la batalla contra el pelishti (filisteo), y además, aquí también Yonatán trata de no exagerar con la capacidad de David, y destaca: “y el Señor obró una gran salvación a todo Israel” (Versículo 5), es decir, que la salvación provino de D-s. La mención de la salvación se relaciona con un aspecto adicional. Shaúl (en el capítulo 11) estableció el principio, de que no se matan personas en el día en que D-s salvó a Israel. Si en el día en el cual se dio la salvación de D-s a Israel no se matan personas, mucho más aún si se trata de la persona que hizo posible la salvación.
En esta etapa, Yonatán logra su misión, pero su éxito no perduró por mucho tiempo. Una vez más, se registra una guerra contra los pelishtim, filisteos, y nuevamente David logra un triunfo resonante. El sentimiento de celos y frustración por parte de Shaúl, también se incrementa-hasta el punto de colocar la lanza sobre David, algo que en gran medida, es recurrente del capítulo anterior. No obstante, en el capítulo anterior, Shaúl colocó la lanza sobre David de un modo casual, aparentemente, sin que David se diera cuenta que Shaúl intenta hacerle daño; aquí Shaúl aprovecha de manera directa que se halla solo con David, e intenta matarlo. A David no le queda otra alternativa que escapar, pero en el marco de su escape, genera a favor de Shaúl, una razón oficial para matarlo. Desde ahora, David es considerado como un rebelde contra el reino, y los hombres de Shaúl son convocados para atraparlo.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabinica Har Etzion