El cántico de la victoria

El cántico de la victoria

El cántico de la victoria en nuestro capítulo se centra en la caída del enemigo. Jazal, nuestros Sabios de Bendita Memoria, nos han enseñado que la persona puede alegrarse a raíz de la caída del enemigo debido a que ahora, como consecuencia de dicha caída, el mundo es mejor, pero los ángeles no pueden manifestarse cantando ya que desde una óptica más elevada es mejor que no haya maldad en absoluto.

El cántico de victoria en el pueblo de Israel, es por lo general, un cántico positivo que exhibe la salvación de Israel y el gran futuro que tiene por delante. El cántico del mar y el cántico de Dvorá incluyeron ambos contenidos a la vez. No obstante, la nómina de los reyes en nuestro capítulo, escrita en forma de cántico, detalla solamente la caída de los malvados y no hay en ella agradecimiento a Dios ni nada positivo en relación al destino de Israel.

Destacar la caída del enemigo de una forma tan exagerada requiere de una explicación. La particular sensibilidad moral de Israel derivó generalmente en la renuencia a alegrarse por la desgracia del otro, incluso cuando se trata de un enemigo. Esto fue redactado en forma Halájica como un gesto de solidaridad hacia el enemigo: no recitamos en forma completa la plegaria de “Halel” (alabanza a Dios) durante todos los días de Pesaj, porque los egipcios se ahogaron, como está citado “al caer tu enemigo no te alegres” (Beit Iosef, Oraj Jaim, artículo 490). Cuando la salvación nacional implica la destrucción del enemigo, también la alegría interior de Israel se ve afectada.

Así también es traído en la Guemará, en Sanhedrín 39b: “En ese mismo momento, los ángeles solicitaron recitar un cántico ante Dios, y Dios les dijo: ¿mis criaturas se ahogan en el mar y ustedes quieren pronunciar un cántico ante mí?”.

A diferencia de ello, los Sabios describieron efusivamente a Mordejai humillando a Hamán hasta el punto de la opresión y concretando su victoria hasta el final. Nuestros Sabios colocaron nuestra pregunta en boca de uno de los grandes enemigos de Israel: “Le dijo Hamán: ¿Acaso no está escrito en la Torá “no te alegres con la caída de tu enemigo”? Le dijo: Malvado, eso está escrito en relación a Israel pero en lo que respecta a las naciones del mundo está escrito: “Pero tú, sobre sus alturas pisarás” (Pirkei deRabi Eliezer, capítulo 49).

Si logramos ser más  precisos, comprenderemos que no se trata de una disputa entre las fuentes, sino de una distinción entre la percepción limitada de la persona y la percepción del Soberano del Mundo. Para el hombre, la caída de los malvados es la reparación del mundo corrupto (deteriorado), y es su derecho y hasta el deber de Israel, como aquel que fue agraciado con un milagro, reconocer ese milagro y agradecer por él. No obstante, la alegría de los ángeles no puede ser completa. Ya que ¿en qué consiste la alegría? En lugar de sobreponerse a los males existentes en el mundo, hubiera sido mejor que ni siquiera existieran dichos males. En la concepción total y absoluta de Dios, no hay lugar para la alegría por la corrupción en el mundo y su destrucción.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Oz vaAnavá, Yiunim beYehoshua Shoftim" publicado por "Midreshet haGolán".

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