El camino a la adultez

El camino a la adultez

En el transcurso de su vida, el ser humano pasa de la completa autoridad de sus padres al espacio de existencia personal, que él mismo elige y asume la responsabilidad. Así como en el ser humano, lo mismo sucede con el pueblo. El camino a la adultez espiritual transcurre en el libro Bamidbar.

El espacio que se halla bajo autoridad Divina es descripto en el libro Vaikrá, la pura verdad, tal como ella se refleja desde el punto de vista Divino, elevado y eterno.

El pueblo ingresa a la tierra, hereda, construye  y “Rokem”. “El espacio vital del hijo”- a la par

de ello existe un espacio adicional al que refiere el libro Devarim como representación de la vida. “Todo lugar donde pise la planta de vuestro pie, en él, para vosotros habrá de ser” (Devarim, capítulo 11, versículo 24) pasa a ser un principio fundamental que permite soberanía, control y responsabilidad en el espacio. En este espacio Dios libera lugar, y su presencia básica no se encuentra en el campamento. En términos del hijo y el padre, el hijo creció, se casó y construyó un hogar. En esta fase sus padres se hallan en un lugar más “elevado”, muy profundamente insertos en su corazón, cumplen la función de fuente de inspiración, posee un espacio en el cual se pone de manifiesto lo aprendido y asimilado en el hogar paterno.

¿Cuál es el proceso que permite el paso de una postura de pura verdad en la cual Dios es el Soberano, hacia un espacio vital en el cual el pueblo madura, elige y asume responsabilidades?

El camino hacia la adultez espiritual pasa por el libro Bamidbar. En este libro el pueblo levanta cabeza, y se ve a sí mismo como aquel que el relato de Dios en el mundo pasa por él. En esta etapa de la vida-“Por Mandato del Señor ellos acampaban y por Mandato del Señor ellos se desplazaban” (Versículo 23)- nadie en el pueblo sabe lo que habrá de suceder mañana por la mañana. Es posible que permanezcan en el mismo lugar, o puede ser que se trasladen, y así cada día. No hay espacio de planificación, no hay adultez ni tampoco responsabilidad. Una especie de duro entrenamiento que posibilita el encuentro del soldado con el concepto “ejército”, con su valor y la excelencia que se requiere en él. El soldado conoce sus elevadas capacidades, sus habilidades a la par de la disciplina y la entrega-para lo que se requiera.

El sitio-“en el desierto”, lugar de comunión entre Dios y los hijos de su pueblo, lugar de comunión del pueblo consigo mismo, un sitio donde tienen lugar la proximidad a Dios y las grandes crisis.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".

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