El cumplimiento de la palabra de Dios

El cumplimiento de la palabra de Dios

 David se ve forzado a luchar varias veces contra los Pelishtim, los filisteos. En todas las ocasiones, le consulta primero a Dios y sólo conforme a Su palabra, él lucha. En eso se diferencia de Shaúl, quien llevó adelante sus guerras, a veces, por su propia cuenta.
En nuestro capítulo se completa la coronación de David sobre todo Israel. David no es solamente un rey ungido por Dios sino que también fue aceptado por la mayoría del pueblo. Hay acuerdo tanto en la esfera celestial como en la terrenal, para que él sea el rey de Israel. Nuevamente aparece en boca del pueblo, que es el rey el que saca y lleva al pueblo a la guerra. Así es descripta la exigencia del pueblo a Shmuel (Shmuel I, capítulo 8) cuando le solicitan un rey. Y efectivamente, los roles de David son llevar al pueblo a la guerra y también juzgar al pueblo.
Al principio, Shmuel se opuso al pedido de un rey por parte del pueblo, ya que puede llegar a afectar la dependencia del pueblo en Dios. En lugar de que en un momento de pesar, el pueblo le rece a Dios y le clamen a fin de que les envíe al salvador, confiaran en el rey, quien representara una separación entre el pueblo y Dios. Es por ello que Shmuel apercibe al pueblo (Shmuel I, capítulo 12), diciéndoles que tanto ellos como el rey, están obligados a escuchar la palabra de Dios, a fin de establecer su reino.
Shaúl fracasó en esta cuestión en dos oportunidades, tanto en la guerra contra los Pelishtim, los filisteos, como en la guerra contra Amalek. No acató la palabra de Dios en forma completa y por consiguiente, finalizó su reinado. Parece ser, que David aprendió la lección. Le consulta al Urim VeTumim, el Pectoral, en cada paso. Comenzando por la consolidación de su reinado en Hebron, pasando por la pregunta si es que debe librar la guerra contra los enemigos de Israel. Dios lo guía en cada guerra, indicándole lo que debe hacer, a fin de vencer a los enemigos.
Sólo de este modo ven todos que, de hecho, el rey es solamente un intermediario entre el pueblo y Dios, y no tiene un estatus propio. Un reino de este tipo, es un reino que puede ser establecido, por siempre y para siempre, ya que toma su poder del infinito, del Rey de los Reyes, Dios

 

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