El derecho Hebreo

El derecho Hebreo


• Acaso la legislación judía concuerda con la legislación actual (greco-romana). Si es similar a las demás, me refiero a que es la ley natural (lo que nace naturalmente de cada persona), entonces, ¿Qué necesidad hay de que la Torá lo ordene? Esto debería salir de cada uno.
• Si no concuerda, entonces ¿Por qué tienen tantos puntos en común? 
• ¿Cuáles son las diferencias y por qué?
• ¿Por qué se debe obedecer a la ley? 
• ¿Por qué es tan grave legislar acorde a la ley no judía? 
• ¿Qué es mejor una ley que provenga del hombre o una ley que provenga de una fuente externa que nos diga lo que hay que hacer?
• ¿No sería preferible poder tener leyes modernas en vez de tener normas antiguas o “fundamentalistas”?
• Luego que dijo los 10 mandamientos, ¿para qué hacen falta los mishpatim (leyes), acaso no alcanzaba con los 10 mandamientos?
• ¿Cuál es el sentido de los mishpatim?
Respuestas
En Deut. 4:1 “Y Ahora Israel, escucha estas leyes y los preceptos que os enseño, para que podáis vivir por ellos y entréis y poseáis la tierra que os da el Eterno, Dios de vuestros padres”  vemos que estas leyes son buenas para vivir y poder habitar la tierra.
Los 10 mandamientos son principios, fundamentos básicos para ser el pueblo de Dios. Sin embargo una sociedad no se puede basar solamente en los principios básicos, hace falta detallar esos principios, en reglas prácticas y los castigos para los transgresores. Es como la constitución y las leyes.
La Torá considera importante que estos puntos queden bien claro y no los deja a merced de los seres humanos para que lo defina, pues el ser humano no puede definir exactamente  la jerarquía de cada tema. ¿Qué valor está por encima de cuál? Cuando dos valores se contraponen ¿Cuál tiene más peso?  ¿Qué debe prevalecer: la justicia o la misericordia? ¿La bondad o la vida?
Estos son los puntos que tienen en común entre las leyes judías y las no judías:
Ambas buscan justicia, varias veces se repite en la Torá la palabra: “Buscar justicia”
No favorecer a los fuertes, sino proteger a los débiles, que sus derechos  no sean violados.
Tanto la Torá como la ley occidental otorgan mucha importancia al honor y respeto a las personas. 
Vemos también en ambas jurisdicciones que se habla de bondad y misericordia.
No son racistas, no hace diferencia con respecto a la mujer ni con los no-judíos.
Las diferencias entre las leyes judías y las no judías:
Igualdad de derechos (para la Torá hay distintos niveles, está el judío, el no judío, el esclavo, etc.)
La vida queda desplazada ante otros valores, mientras que en el mundo occidental no.
En la Torá hay cierto límite para la libertad de expresión y libertad de acción.  Por ejemplo, no se puede hablar Lashon hara- maledicencia, maldecir, etc.
En la Torá existen obligaciones éticas, mientras que en la sociedad occidental se hace más hincapié en los derechos.
La ley laica, se ocupa solo de cómo mantener la sociedad en armonía, que no se causen daño entre los individuos. No se ocupa de crear una sociedad ética,  altruista o ideal, ni de orientarla hacia el bien. Mucho menos se ocupa del individuo en el aspecto de orientarlo y ayudarlo a alcanzar su meta en la vida y trascender
En la Torá, las normas no se fijan solamente según el beneficio material, sino acorde a los valores espirituales. Por ejemplo: No maldecir al sordo. A pesar que no le causa daño ni dolor, pues él no escucha, no obstante esto la Torá nos prohíbe actuar así, pues no es digno que una persona elevada actúe de esta manera.
El objetivo de las leyes será conducir al individuo al nivel de apegarse a Dios y a los valores trascendentales. Mientras que la ley occidental, como dijimos, solo persigue lograr un equilibrio y convivencia, sin que uno se dañe al otro.
Aparentemente existe un conflicto: por un lado vemos que en la Torá hay leyes justas e igualitarias, por otro lado vemos que hay diferencias entre el judío y el no judío, entre un sabio y un no sabio, entre un anciano y un joven. Así también la Torá recalca que la vida es muy importante, pero por otro lado vemos que también existe la pena de muerte.
Aparentemente no hay igualdad de derechos ¿Qué diferencia existe entre racismo y no igualdad de derechos? Podríamos decir: "Así como el hijo no puede pegarle al padre, entonces tampoco que el padre le pueda pegarle al hijo". Vemos que tampoco hay igualdad entre el patrón y el esclavo. No se trata de que la Torá  está en contra de la igualdad de derechos, tampoco está a favor.  Sino que es realista, así como la relación de padre-hijo no es la misma que la de hijo-padre, es por eso que  es distinto el trato que la Torá exige a cada uno.
La diferencia con el racismo, es que el racismo, independientemente de lo que haga ese individuo o cuales fueran sus valores éticos, ese grupo quedará aislado. 
Por otro lado, la no igualdad, depende de lo que él hace, si es más sabio o si es el padre, las cosas son distintas, él se ganó ese puesto, entonces merece una relación especial. No podemos pretender que un niño esté al mismo nivel que un adulto. Aun Sócrates hablaba de diferencias y planteaba que no todos deberían votar, ¿Por qué un asesino o un drogadicto o un depravado sexual deberían votar? ¿Para qué queremos que voten?, ¿para que hayan leyes que les permitan seguir en sus delitos? Un joven por más que a los 18 años es capaz de brindar su vida por su patria, eso no quiere decir que posee la madurez intelectual para saber qué tipo de líder es mejor.  
Las diferencias entre el judío y el no judío, no se deben a causa de que no pertenece a mi grupo étnico o genético, sino que se trata de que esta persona posee los mismos valores elevados, por lo tanto merece esta atención. Es un individuo que conoce la verdad, que sirve a Dios y se maneja con una escala de valores justas, entonces merece este trato. Pero si el no judío quiere manejarse por esta escala de valores, solo depende de él y entonces recibirá también este trato especial y mucho más, hay leyes en donde el converso tiene prioridad y la ley es muy estricta con respecto a hacer sentir mal a un converso o dañarlo. Por lo tanto no se trata de racismo. 
Lo mismo ocurre con los cnaanitas. En primer lugar se les ofrece hacer la paz, pero en caso de que se nieguen y continúen con su conducta destructiva, entonces tienen un trato muy duro por parte de la ley. Esto ocurre en cualquier legislación, todo aquel que atenta contra la legislación o los valores sociales de ese pueblo entonces reciben un castigo mucho más duro, como el que se le da a los enemigos o traidores. Así ocurre con los cnaanitas un pueblo que fue expulsado de la tierra por sus costumbres destructivas, idólatras, asesinas y depravadas; es por eso que si no aceptan comportarse acorde a la ley entonces son castigados severamente.
Hoy en día existen muchas incoherencias, por ejemplo, cuando se estipuló quién puede ser presidente de Israel, alguien propuso que debe ser una persona judía, los demás diputados se quejaron de que eso es algo despectivo y racista. Todos sabemos que sería ilógico que un árabe sea el presidente de Israel. No es porque es árabe, sino porque no posee los valores jerárquicos que posee el pueblo judío. Insisto, no se trata del individuo por individuo, se trata de la escala de valores, los ideales de este individuo, si ese árabe se convierte y adopta los valores que la Torá estipula, (y lo hace en forma sincera) entonces sí podría ser un gran rabino y legislador.
Con respecto a las diferencias entre hombre y mujer, vemos que se tiene en cuenta la situación, la dignidad y el pudor de una mujer, es por eso que a las mujeres se las exime de ciertas cosas mientras que a los hombres no. No es porque ellas son menos, sino porque se tiene en cuenta otro factor que es parte de su feminismo y para salvaguardarlo entonces la ley establece esa diferencia. Por ejemplo no se la obliga ir a la guerra.
La Torá no pone al ser humano en el centro del universo. El humanismo, tiende a poner al hombre en el centro de todo, lo más importante, es por eso que condena la pena de muerte, pues atenta contra el valor básico, que es la vida humana. La Torá, si bien le otorga un valor muy elevado a la vida, no obstante hay algunas cosas que están por encima de la vida humana. Por ejemplo, no nos está permitido hacer idolatría aun que nuestra vida corra peligro.
En la legislación judía, cada valor está ubicado en su lugar acorde a su peso jerárquico apropiado. Es por eso que si bien la libertad de expresión es importante, no obstante esta libertad va a quedar de lado si va a ofender o avergonzar al prójimo. La santidad y recato va a poner un límite a la libertad sexual. Por ejemplo la pedofilia, violaciones, la homosexualidad el adulterio, etc. son cosas que el judaísmo no está de acuerdo y las condena. 
¿Cuál es la fuente de la legislación? 
La legislación judía es a través de un profeta, que la recibe de Dios. Puede  haber agregados por medio del Sanedrín, que está compuesto por  los 71 hombres más sabios del pueblo. No es legislada por diputados que fueron elegidos por la mayoría, que a veces son populistas, o que fueron artistas o vedettes y para congraciarse con su electorado legislan de tal o cual manera. Hoy en día  en el parlamento ocurre que solo  un puñado de diputados están en el recinto y ya se legisla una nueva ley para todo el pueblo, esto contrasta mucho con la manera de legislar judía, en donde las leyes provienen de un profeta en nombre de Dios o por los individuos más elevados y sabios del pueblo.
Algo similar ocurre con la corte suprema. Hoy en día alcanza solo con tres jueces para poder determinar la ley, mientras que en el judaísmo depende de todo el sanedrín, y no de dos o tres individuos. 
¿Cuál es la motivación de la legislación?
La ley no proviene de intereses particulares o para no perjudicar a ciertos grupos de poder, sino que es en nombre de la verdad y la justicia, y no por cuestiones culturales o modernas. 
El adulterio estará prohibido siempre, por más que ahora esté de moda o no se lo vea tan mal.  Es por eso que las leyes de los países obligan solamente dentro de su territorio, mientras que la Torá rige en todo territorio o tiempo, pues no es un convencionalismo humano para poder vivir en paz, sino que se sostiene en valores verdaderos y justos.
La legislación hebrea pone más límites para poder elevar a la persona. La  Torá  otorga al individuo un lugar e importancia mucho mayor que las demás legislaciones. La Torá le exige al ser humanos, pues sabe que está en un nivel tal que puede exigirse de él un comportamiento mucho más elevado. Se le exige una conducta ética y recatada aun que se encuentre en la intimidad más absoluta. 
Muchos piensan que la Torá se preocupa más por las cosas espirituales, dejando de lado al individuo sin importarle si disfruta de la vida o no. Aparentemente podríamos pensar que a veces se le da pena de muerte a un individuo por haber cometido idolatría, es decir que para “cuidar a Dios” se mata a un individuo. Esto no es así, no es Dios el que "está en peligro" sino que se le otorga esa pena porque ese individuo atenta contra la humanidad misma. Atenta contra todos los seres humanos, pues los confunde y los desvía de su objetivo principal y verdadero. No es que la Torá no valore la vida, al contrario, por cuanto que la vida le es muy importante, aquel que atenta contra la vida (asesino) entonces él es eliminado, no porque no nos importe la vida, sino porque nos importa demasiado y no queremos permitir que este se la quite a otros. 
Conservar la vida no es lo central y lo más importante, sino que es un medio para el objetivo máximo, que es conocer a Dios y encaminarse en Sus caminos; apegarnos a Él y de esa manera transcender como seres humanos. Es por eso que notaremos que, en un ámbito religioso, la vida es muy valorada y cuidada, se aleja de todo lo que la pueda poner en peligro etc. pues la vida tiene valor porque es un instrumento indispensable para llegar a Dios, no es que tiene valor por sí misma. En otros ámbitos en los que se pone a la vida como centro de todo, finalmente terminan despreciando la vida, llegando a practicar deportes de alto riesgo, drogadicción, suicidios, etc.
Otro ejemplo de incongruencia, es que en nombre de la libertad de expresión, se deja que todo tome conocimiento público, aun antes de que se decrete la sentencia. Luego, a pesar que la persona fue absuelta de toda culpa y cargo, ya la han angustiado y le han arruinado la vida, y puede llegar inclusive a suicidarse. Para el judaísmo esto estaría,  prohibido por Lashón Hará, calumnias, por lo tanto nunca hubiera llagado a ese nivel de angustia y difamación. 
El motivo por el cual la sociedad moderna es como es, no siempre se debe a una determinada escuela o escala de valores ya estipulada y que todo responde a esos valores, sino que,  a veces, se debe a una actitud de  reacción a los regímenes anteriores, que fueron depuestos y ahora se pretende ir hasta el otro extremo. Antes era totalitarismo, ahora es liberalismo al extremo. Antes era todo censura ahora es todo permitido a pesar que los chicos queden expuestos a mensajes y escenas nocivas para ellos. 
De acuerdo al judaísmo, la sabiduría es lo que decreta la ley, como antes dijimos, la ley es establecida por los individuos más sabios de Israel, no por uno ni por dos sino por 71.  Independientemente  de sus propios intereses o por propaganda o para quedar bien con el pueblo. Es por eso que aquel que acude a la jurisprudencia no judía, es tan grave, pues está demostrando que es mejor que la legislación  judía, cuando en realidad no es así.
La Torá es el mejor sistema, pues sabe exactamente el justo lugar  de cada valor, pues proviene de Dios y no del ser humano, que esta limitado, perdiendo la justa proporción de las cosas y sin saber los limites exactos de cada valor. 
La Torá es el sistema más perfecto en función  del objetivo supremo, es decir, el conocimiento y apego a Dios, que al mismo tiempo es la base de los demás valores, como ser la vida, una sociedad correcta, el valor del ser humano, la libertad y la igualdad para aquel que le corresponda tenerlas.
Por último, como ante mencionamos: En la Torá existen obligaciones éticas, mientras que en la sociedad occidental se hace más hincapié en los derechos de cada individuo. Cuando todos están concentrados y cuidando sus derechos y privilegios, entonces no están preocupados por dar, por ayudar al prójimo. En cambio la Torá no nos habla de lo que me corresponde como individuo sino que me dice qué es lo que debo hacer, cuando me concentro en los que debo hacer, entonces de esa manera todos reciben, pues todos están concentrados en dar y no solo en recibir. Para ilustrarlo con un cuento existe una parábola que dice:
 
Un rabino mantuvo una conversación con Dios acerca del Cielo y el Infierno, cuya diferencia esencial no acertaba a comprender.
- "Te mostraré el Infierno", dijo Dios, y lo condujo a una habitación en medio de la cual había una enorme  mesa redonda. La gente sentada alrededor estaba hambrienta y desesperada. En medio de la mesa había un gran guiso, lo bastante grande como para alimentarlos a todos y  que sobrase. El aroma era delicioso y al rabino se le hizo agua la boca.
Las personas sostenían unas cucharas con mangos muy  largos. Cada una descubría que podía alcanzar el guiso y llenar la cuchara, pero como el mango era más largo que su brazo, no le permitía llevarse la comida a la boca. 
El rabino  comprendió fácilmente el terrible sufrimiento de aquellas personas, que permanecían juntas pero solitarias, padeciendo un hambre eterna delante de una abundancia inagotable. 
"Y ahora te mostraré el Cielo", le dijo Dios. 
Entraron a otra habitación, exactamente igual a la primera. Allí estaba la misma gran mesa redonda y el mismo guiso. Las personas también estaban equipadas con las mismas cucharas de mango largo, pero se las veía bien alimentadas y sanas; reían y hablaban entre sí, juntas y solidarias. 
El rabino no entendió la diferencia.
"Es muy sencillo –le dijo Dios-. Han aprendido a alimentarse unos a otros". 
 

Volver al capítulo