Una observación profunda de las quejas de los hijos de Israel en los capítulos siguientes nos enseña acerca del deterioro de la relación entre el pueblo de Israel y Dios. En un principio ellos acusan solamente a Moshé y justifican a Dios y al final también se manifiestan en contra de Dios.
En los capítulos 14-17 la Torá describe algunas quejas de los hijos de Israel. En la primera queja (Capítulo 14, versículos 10-12) sobresale la clara desconexión que hace el pueblo entre Dios y Moshé. Cuando el pueblo de Israel ve a los egipcios detrás de ellos, la reacción de ellos es doble: al principio ellos le gritan a Dios pero luego se dirigen a Moshé diciéndole “¿Acaso porque no hay tumbas en Egipto nos trajiste a morir en el desierto?” (Capítulo 14, versículo 11). A partir de los conceptos se infiere que no es Dios el que sacó a los hijos de Israel de Egipto, sino Moshé, y él es el culpable de la penosa situación en la que se encuentran.
En la segunda queja (Capítulo 16, versículos 2-3) la situación se deteriora. Los hijos de Israel continúan acusando a Moshé-y en esta ocasión junto a Aharón- por haberlos sacado de Egipto para morir en el desierto. No obstante, una vez más no elevan una plegaria a Dios. Incluso así, también en este episodio aún los hijos de Israel disciernen entre la voluntad de Dios y los actos de Moshé y Aharón: “¡Quién nos diera morir a manos de Adonai en la tierra de Egipto ... “ (Capítulo 16, versículo 3). La voluntad de Dios era que fallecieran de muerte natural en Egipto mientras que Moshé y Aharón los traen al desierto para sufrir una muerte tortuosa.
Y en efecto, Moshé y Aharón reaccionan enfatizando que el proceso de la salida de Egipto fue obra de Dios, y una queja contra ellos es como una queja contra Dios: “Por la noche van a saber que Adonai los ha sacado a ustedes de la tierra de Egipto (es decir-y no nosotros!!) Y por la mañana van a ver la manifestación de Adonai al oír El vuestras quejas, contra Adonai. Mas nosotros, ¿Qué somos para que se quejen contra nosotros? (Capítulo 16, versículos 6-7).
En la última queja, ni siquiera es mencionado el nombre de Dios. Una vez más, la queja es hacia Moshé-“Contendió el pueblo con Moshé. y dijeron: Danos agua a nosotros para que bebamos” (Capítulo 17, versículo 2), y Moshé nuevamente intenta aclarar a quién realmente está dirigida la queja: “Les dijo a ellos Moshé. ¿Por qué están contendiendo conmigo? ¿Por qué están probando a Adonai?” (Capítulo 17, versículo 2). Al final de esta queja leemos: “Llamó a aquel lugar Massah y Merivah por la contienda de los hijos de Israel y por haber probado, ellos, a Adonai diciendo: ¿Acaso está Adonai en medio de nosotros, o no?” (Capítulo 17, versículo 7). Ya sea que la última oración es una cita textual, o un comentario, el mensaje es claro-la desconexión de Moshé simboliza la desconexión de Dios, un proceso que llegará a su punto máximo con el pecado del becerro de oro.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Nekudat Ptijá" publicado por el Instituto "Tzomet"