Durante el evento en el monte Sinai, los hijos de Israel le solicitan a Moshé que hable con ellos en lugar de que lo haga Dios. ¿Cuándo fue expresado dicho pedido? ¿Acaso antes de que hayan escuchado la voz de Dios o después de ello? ¿Acaso el pedido surgió a partir del temor y la reverencia o tal vez a raíz de una profunda sensación de proximidad y amor?
El relato de la reverencia del pueblo de Israel a raíz del evento en el monte Sinai, y el pedido expresado por ellos, de que Moshé fuera el intermediario entre ellos y la palabra de Dios, figura en dos ocasiones: en el capítulo 20 del libro Shemot y en el nuestro. Aparentemente, se trata del mismo pedido, pero la descripción del suceso en el libro Shemot difiere de la descripción en el libro de Devarim.
Conforme a la descripción en el libro Devarim, a pesar de que los hijos de Israel solicitan no experimentar nuevamente una revelación de esa intensidad, sin embargo el pueblo percibe una sensación de gran cercanía a Dios. Asimismo, está claro que el pueblo ya ha experimentado la palabra de Dios pronunciada a ellos, ya que el versículo que inicia el pedido es “y ocurrió que al oír vosotros la voz” (Versículo 20)-la escucha de la voz es la que los lleva a formular este pedido. Ellos describen en sus conceptos la voz de Dios, la vivencia de la escucha y la palabra Divina como una experiencia extraordinaria, y se refieren a Dios como “Adonai, nuestro Dios”, un calificativo que refleja proximidad. Su pedido consiste solamente en no volver a escuchar la voz de Dios, a partir de la sospecha de que no podrán sostenerlo por segunda vez.
A diferencia de ello, en el libro Shemot, el pedido llega a raíz de una percepción: “Y todo el pueblo percibió…” (Shemot, capítulo 20, versículo 15) y ellos solicitan “pero que no hable con nosotros Elohim” (Shemot, capítulo 20, versículo 17), es decir que Dios no les hable en absoluto. Moshé reacciona al pedido del pueblo con un intento de persuadirlos de que este estado “intimidante” posee un objetivo, pero sus palabras no son lo suficientemente convincentes (Shemot, capítulo 20, versículo 17), ya que él mismo enfatizó que dicho estado puede generarles un gran temor reverencial. Es decir, en el libro Shemot el clima es de gran temor reverencial, y el pueblo permanece parado a la distancia.
¿Cuál es el significado de la diferencia entre las dos descripciones? De acuerdo a la postura del Rambán, se trata de dos episodios diferentes. Antes de la palabra de Dios a los hijos de Israel, ellos sintieron principalmente el temor reverencial, a tal punto que estaban dispuestos a renunciar a ese estado, y ni siquiera escuchar los conceptos de Dios. Mientras que luego de la palabra de Dios a ellos, ellos sintieron junto al temor reverencial también la gran proximidad-el enorme privilegio que les tocó en suerte de poder escuchar la voz de Dios y continuar vivos, algo que los une a Dios con intensos lazos de amor.
A veces, la persona, por miedo y temor reverencial, se escapa de la “palabra de Dios”. El evento en el monte Sinai, nos enseña que incluso cuando la persona se aproxime a Dios percibirá el temor reverencial; también después de escuchar la voz de Dios, la persona se estremece por el miedo; no obstante, no será éste el temor intimidatorio, sino el temor de la elevación-un temor reverencial que emana de una intensa sensación de proximidad. Después de escuchar la voz de Dios, el temor intimidatorio y el miedo al castigo se convierten en un temor reverencial que acerca, y que es afectuoso y amoroso.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".