El final de la corrupción

El final de la corrupción

Todos han decepcionado y todos serán enjuiciados-los líderes, los asesores e incluso los ancianos (Sabios) y jueces. También será quitada la gloria de las bellas hijas de Tzión.

“Porque he aquí que el Señoreador, el Dios de los ejércitos, va a quitar a Ierushalaim y a Iehudá... el héroe y el hombre de guerra, el juez y el profeta, y el adivino y el anciano; el capitán de cincuenta y el hombre respetable...” (versículos 1-3)

A continuación de la sección alusiva al rey (2) el profeta describe el fracaso de toda la dirigencia en su época. No sólo el rey, sino también “el juez y el profeta”, y hasta hechiceros (que fueron mencionados en la sección alusiva al profeta; Devarim, capítulo 18, versículos 10-15) y ancianos (Sabios) que eran los líderes del pueblo en el período del desierto y el asentamiento-todos han decepcionado. Junto a todos los asesores y a los que susurran propuestas detrás de bambalinas en la época real.

También los ancianos y los jueces serán llevados a juicio ante Dios, por haberse apoderado de todo lo que le corresponde a los pobres, hasta “han devorado la viña” (versículo 14). Y ya aquí es insinuada la parábola de la “viña” (“La Casa de Israel y los hombres de Iehudá”; capítulo 5, versículo 7). Dios sacará a toda esta dirigencia, y sobrevendrá la anarquía. “Y haré muchachos por sus príncipes, y (hombres) burlones los regirán” (versículo 4);

En la descripción de la caída de las bellas  “hijas de Tzión” (16-26), el fragmento del libro Devarim alcanza su punto culminante, con la inversión de la “mujer bella de presencia” (Devarim, capítulo 21, versículos 10-14). En el libro Devarim, la cautiva no es judía, el ejército israelita vencerá, ya que “Dios entregará a tu adversario en tu mano” (Devarim, capítulo 21, versículo 10)-la cautiva no judía guardará duelo por sus padres en tu hogar, y después de un mes “será para ti, esposa” (Devarim, capítulo 21, versículo 13).

Y he aquí que en la profecía de Yeshaiahu, Dios le quitará “la gloria” de las mujeres de Iehudá”, y las ubicará en la tierra a fin de guardar duelo por sus hombres que habrán de caer en la guerra, y siete mujeres buscarán un hombre, y ellas se encargarán del sustento, “tan sólo seamos llamadas de tu nombre; ¡quita nuestro oprobio” (Capítulo 4, versículo 1).

La descripción detallada de todas las prendas de las mujeres y sus joyas, no deja duda alguna-se trata de una época de esplendor y riqueza, éxito y corrupción-el período de Uziahu.

Cortesía sitio 929

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