El magnífico cántico de Débora

El magnífico cántico de Débora

El magnífico cántico de Débora continúa el cántico de la Torá, principalmente el cántico de Moshé (Shemot capítulo 15) y su bendición (Devarim capítulo 33) en varios sentidos. 

El magnífico cántico de Débora la profetisa, que es acompañada por el general Barak, es la continuación del cántico de la Torá, principalmente del cántico de Moshé (Shemot capítulo 15) y su bendición (Devarim capítulo 33) en cinco sentidos:

1. Es parecido al cántico del mar en su estilo, estructura y forma-un cántico de victoria de Israel.

2. No hay en él jactancia ni orgullo de victoria (como es costumbre en el mundo), sino que es un cántico de bendición a Dios.

3. No hay un detalle ni una descripción del botín del enemigo (como era habitual en todos los antiguos cánticos de victoria)-en lugar de ello, hay una descripción poética que se burla de la codicia del botín y la matanza que tenía como expectativa el enemigo-

En el cántico del mar: “Había dicho el enemigo: Voy a perseguir y voy a alcanzar, voy a repartir el botín, saciaré mis deseos. Desenvainaré mi espada, los aniquilará mi poder. Soplaste con tu viento, los cubrió el mar…(Shemot capítulo 15, versículos 9-10); mientras que en el cántico de Débora figuran: los conceptos “de las más sabias de sus damas” a la “madre de Sisrá”: “¿Acaso no han hallado despojos, y los están repartiendo (cautivas, siervas)? A cada uno, una moza, o tal vez dos. Los despojos de colores para Siserá, Los despojos bordados de colores: La ropa de color bordada de ambos lados, para los cuellos de los que han tomado los despojos. Así perezcan todos tus enemigos Eterno…” (Versículos 29-31) 

4. La revelación de Dios en Sinai es descripta como una revelación continua de los mandamientos de la Torá a Israel en la bendición de Moshé (Devarim capítulo 33), y de la salvación de Dios a su pueblo en el cántico de Débora-“ Adonai desde Sinai ha venido, ha brillado desde Seir para ellos, ha resplandecido desde el monte de Parán, y ha venido con las miradas de los consagrados A Su diestra, desde el fuego la ley les ha dado a ellos” (Devarim capítulo 33, versículo 2)

“Cuando saliste de Seir, Eterno, cuando marchaste por el campo de Edom, La tierra tembló, y los cielos destilaron, Y las nubes gotearon aguas. Los montes temblaron delante del Eterno, así también el Sinaí, delante del Eterno, Dios de Israel” (Shoftim capítulo 5, versículos 4-5).

5. Tal como en la bendición de Iaacov (Bereshit capítulo 49), así también aparece aquí un relato profético punzante contra los desertores con diversos argumentos (Versículos 15-17; 23) y tal como en la bendición de Moshé (Devarim capítulo 33), una bendición especial para las tribus combatientes “los que voluntariamente se ofrecieron del pueblo” (Versículos 9, 14-15, 18) y para “Yael, la esposa de Jeber el Keiní” (Versículos 24-27) que se posicionó del lado de Israel en el momento decisivo, mató a Sisrá (“su cabeza golpeó”), y de ese modo garantizó la calma por cuarenta años.

 Gentileza del sitio 929

 

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