Si en tu camino hallares el nido de un pájaro en algún árbol o sobre la tierra, con pichones o con huevos con la madre sobre ellos, no tomarás a la madre junto con ellos. Dejarás libre a la madre y tomarás a los pichones, para que te vaya bien y prolongues tus días.
Preguntas
• ¿Por qué está prohibido tomar a la madre con los hijos? ¿Si es por una cuestión de compasión, entonces tampoco debería permitir comer a la madre sola o a los pichones solos?
• ¿Por qué de esa manera sí está permitido tomar a los pichones, es decir luego de enviar a la madre?
• ¿Qué relación hay entre la acción y la recompensa?
• ¿Por qué una recompensa tan grande por enviar a la madre? Una recompensa de tal magnitud solo fue igualada con el precepto de respetar a los padres.
• ¿Se trata de una recompensa en este mundo o en el mundo venidero?
• ¿Qué relación existe con los preceptos que vienen después, poner una baranda en las terrazas y la prohibición de hacer injertos?
Respuestas
En la Mishná Berajot dice que todo aquel que sostiene que la misericordia de Dios llega hasta el nido de las aves, es digno de callarlo, pues él sostiene que el motivo del precepto de enviar a la madre antes de tomar los pichones del nido, es ser misericordioso y si fuera realmente ese el motivo, entonces no hubiera permitido del todo comer animales.
Por otro lado esto no quiere decir que el precepto no tenga una razón de ser, prueba de eso es que en el Talmud hayotra opinión por el cual se debe callar al que dice que la misericordia de Dios llega hasta el nido de las aves, pues esto traería discordia entre las criaturas, pues cuestionarían:¿por qué a las aves las protegió y por el otro lado permitió matar a otros animales para comer?
La mejor prueba de que el precepto tiene un sentido es que los comentaristas buscan motivos a este precepto. Así Ibn Ezra nos dice que es algo muy malo matar a la madre junto con sus hijos, en cambio, si deja viva a la madre, por lo menos dejamos que esa especie pueda seguir procreando, pues la madre puede tener otros pichones.
No obstante podríamos cuestionar: en el caso de que tome a los pichones solos y envíe a la madre y luego que tomó a los pichones después de un rato toma a la madre, según esta opinión esto no debería estar permitido, pero sin embargo sabemos que no está prohibido.
Najmánides dice que el motivo es para que el individuo no tenga un corazón malo que no se apiade, la Torá se preocupa porque tengamos un corazón sensible.
Najmánides sostiene que los preceptos son para nuestro bien, no son para Dios, son para el bien del individuo, ya sea para adquirir una buena cualidad, como en este caso, o para adquirir una idea verdadera.
Rambam en la Guía de los perplejos III 48 dice que quitarles la vida a los animales para alimentarse es algo necesario, pues el ser humano se alimenta de granos y de animales, no obstante, se le permitió alimentarse de animales, pero utilizando el método que menos haga sufrir al animal. A pesar de eso, nos prohíbe matar a los pichones delante de la madre, pues el animal sufre mucho cuando ve que se muere una de sus crías. Podríamos pensar que al ser que los animales no tienen intelecto no sufrirían al ver morir a sus crías, esto no es correcto, pues este tipo de amor no depende del intelecto.
Es por eso que tampoco nos permite hacerle Shejitá al corderito y a su madre en el mismo día, pues puede pasar que mate al cordero delante de la madre.
No obstante, los animales sufren si lo ven con sus ojos, delante de ellos, pero si espanta a la madre y luego los toma, por ser que no lo vio, entonces pronto se olvida la madre y no sufre.
Otro motivo colateral que nos aporta Rambam, es que al ver que tiene que espantar a la madre y solo después puede tomar a los pollitos, y al fin y al cabo estos pollitos tienen muy poca carne, entonces puede suceder que se arrepienta y desista de tomarlos y así se salvan.
Rambam, nos recalca que además de adquirir una buena cualidad, tal como dijo Najmánides, deberíamos arribar a la siguiente conclusión lógica: si vemos que la Torá toma tanto recaudo para no hacer daño a un animalito, cuanto más deberíamos tener cuidado de no hacer sufrir a un ser humano.
Hay una historia que nos habla de este punto: El gran sabio de Vilna se hallaba de viaje hacia el este. En aquella época los viajes entre ciudades llevaban mucho tiempo, razón por la cual debían pernoctar en distintos lugares durante el viaje. Así fue como se decidió que el gran genio de Vilna pasara el sábado en casa de un antiguo discípulo.
Cuando el discípulo se enteró que hospedaría en su casa al gran sabio, insistió mucho a su esposa que tuviera en cuenta todos los detalles, para que nada saliera mal; después de todo, no muchas veces se repetiría tan ilustre visita, y lo que menos quería es pasar vergüenza delante de su rabino.
Por fin el tan ansiado día llegó. Luego de los rezos en la sinagoga se dirigieron a sus hogares y el gran maestro de Vilna se presentó junto a su anfitrión delante de una mesa sabática que relucía por su belleza pero también por todo el esmero que se notaba que se habían puesto en ella. El gran sabio fue honrado para que decir las bendiciones necesarias pero se negó, cediendo ese honor al dueño de casa.
En medio de la bendición el hombre interrumpió abruptamente, miró a su esposa con una mirada que acuchillaba y con la cara roja de rabia le gritó:
—El pan está descubierto ¿Cómo puedo decir la bendición sobre el vino si el pan está descubierto? ¡Pensará el gran rabino que somos unos ignorantes que hemos omitido semejante cosa!
La mujer al principio se puso blanca, luego roja, hasta pasar toda la gama del arco iris en su cara, y solo atinó a disculparse y correr a traer algo para cubrir el pan.
Pasado ese percance y ya durante la comida, el gran rabino fue invitado a deleitarlos con una de sus sabias pláticas. El maestro aceptó y comenzó preguntando
— ¿Cuál es el motivo por el cual se debe cubrir el pan cuando se recita el kidush del sábado sobre el vino?
El anfitrión dirigió una mirada de reojo a su esposa, cuyo mensaje era obvio: “Deberías prestar atención, así aprendes para la próxima”. La mujer continúo colorada, escuchando silenciosamente.
El maestro explicó que todo el motivo es para que el pan no se sienta avergonzado pues normalmente, al ser el pan el alimento por excelencia, suele tener la prioridad al momento de bendecir los alimentos; pero el día sábado, al bendecir el día, lo hacemos primero sobre una copa de vino. Entonces para que el pan no se avergüence y se sienta rechazado porque lo desplazamos por el vino, lo cubrimos para que no vea lo que pasa.
—Ahora bien —preguntó el maestro—, ¿creen ustedes que un poco de harina con agua, realmente sabe lo que sucede o lo que nosotros decimos? Obviamente no, pero si tratamos de ser sensibles aun con un poco de harina con agua para que no se avergüence, cuanto más deberíamos ser sensibles de no avergonzar a una mujer dedicada que se esforzó tanto por honrarnos con una mesa tan bonita.... Deberíamos poner atención en lo que las costumbres nos enseñan para así poder ser más sabios —concluyó el rabino.
El Midrash nos cita distintos casos en los que podemos apreciar la misericordia de Dios con los seres humanos, uno de ellos es que no se nos permitió circuncidar al bebé sino hasta después de los ocho días, para que ya sea lo suficientemente fuerte y no muera. Vemos también Su misericordia con los animales, cuando nos prohíbe matar al cordero y a su madre en el mismo día y con las aves cuando nos prohíbe tomar a los pichones delante de su madre. De este midrash vemos que para algunos de nuestros sabios, el motivo de este precepto sí tiene que ver con la misericordia.
Otro Midrash que ilustra este punto es aquel que nos relata un suceso que aconteció con Rabí Yehuda Hanasí;una vez una vaca que era llevada al matadero se escapó y fue a esconderse detrás de Rabí Yehuda. Cuando el matarife se acercó para atraparla, Rabí Yehuda le dijo a la vaca que no se esconda detrás de él, pues para eso fue creada. Cuando de los cielos vieron que no se apiadó de ella, le hicieron padecer a Rabí Yehuda dolor de muela por trece años. Este dolor cesó cierto día en que un ratón escapándose de un hombre que lo perseguía para matarlo, se escondió entre los pliegues de la ropa de Rabí Yehuda, cuando el hombre se acercó para matar al ratón, Rabí Yehuda, detuvo a aquel hombre y le dijo que deje libre a aquel ratón en el campo y que se apiade de él pues Dios se apiada de todas Sus criaturas. En ese momento, de los cielos decretaron que Rabí Yehuda fuera curado de su dolor de muelas.
No debemos olvidar que uno de los atributos con los que nos referimos a Dios es Harajamán, es decir Misericordioso
El motivo por el cual se le otorga esta recompensa para aquellos que cumplen este precepto, es para que reciba exactamente acorde a la misma medida con la que este individuo se condujo. Así como él se preocupó por la creación y la mantiene y no es destructivo, de ese mismo modo, Dios se apiada de él y lo mantiene con vida.
En conclusión, vemos que a Dios le interesa que el mundo se mantenga y no haya sufrimiento innecesario. Esto lo vemos también con Noaj, al principio cuando Dios le dijo que iba a destruir el mundo, en vez de tratar de salvar a toda la humanidad, Noaj se preocupó por él y su familia. Para componer esta cualidad, ahora tendrá que estar durante seis meses en el arca alimentando y ocupándose de todos los animales, después de eso Noaj ya había aprendido a cuidar y preservar a los animales, si así se apiada de los animales, mucho más lo hará ahora con los seres humanos, es por eso que dice que Noaj era justo e íntegro en “sus” generaciones, la generación de antes del diluvio era justo, en la generación de después del diluvio fue un poco más que eso, por eso lo describe con el término: que era íntegro.
La relación con los preceptos que vienen después, continúan con esta misma idea, hacer barandas para cuidar que nadie se dañe. No hace injertos, mantener la naturaleza y no dañarla ni cambiarla.
Los sabios utilizaron este precepto para transmitirnos un valor importante y verdadero. Así, se valieron dela simbología para relacionar al ave con el alma, la cual tal como un pájaro pertenece a los cielos y está atada a la tierra por medio del cuerpo quien la tiene prisionera y no la deja elevarse. Es por eso que la debe enviar, para que pueda volar y volver a sus aposentos celestiales y que puedavalerse de sus polluelos, los cuales representan las obras de bien, los hijos buenos que haya engendrado y los valores elevados, de forma tal que cuando llegue el día de su muerte y deba devolver su alma a los cielos, entonces esos “polluelos” podrá tomarlos para él, pues por intermedio de ellos (las obras de bien y los valores elevados) es que se hará merecedor de la vida en el mundo venidero