Shir Hashirim debe ser leído con ojos de mujer. La pasión por el amor es la pasión de la persona por el sentido, y la fuga del amado es el absurdo de la existencia.

.

La idea que subyace en Shir Hashirim es la sensación constante de luchar por una vida plena de sentido que se convierte en una carrera inquieta y sin pausa, una carrera que finalmente no concreta ningún objetivo. Al final del proceso se halla un complemento, un compromiso pálido e insustancial, que envolverá a la persona en su adultez y lo acompañará hasta el día que abandone  el mundo. Se trata de un cantico alusivo al aprovechamiento de la vida y a su desaprovechamiento.

.

A lo largo de todo el relato, la mujer está dispuesta a entregarse al amado, ser única y exclusivamente de él-pero él no está dispuesto a ello. Le transmite a ella bellas palabras, pero se evade y salta entre las montañas. Duda de comunicarse-escapa y la incita a irse.

De un modo saliente, el libro de Shir Hashirim, no nos cuenta las causas de la conducta del amado, sólo las situaciones, o mejor dicho, la vivencia del amor no correspondido de la mujer. El cántico no presenta a la vida como un dispositivo perfecto ni promete un jardín de rosas. Está sostenido de la realidad humana y por consiguiente se dirige a la persona que está atenta a él, y lo convoca a creer más allá del desaliento.

El tema central de Shir Hashirim es el “objeto escurridizo”. Toda nuestra vida lo perseguimos. Ya sea que es el amado o la amada, nuestro hijo, nuestro alumno, el conocimiento, el tema de investigación del científico, el sentido del mundo y la existencia como tema del filósofo o Dios. El absurdo ya está aquí. Todo se halla en este cantico importante.

Aquí, el Tanaj se anticipó-como siempre-miles de años a Kafka y a Camus. En Shir Hashirim, la persona (la esposa) recorre los mercados y las calles, en “el juicio” de Kafka, en los pasillos de la burocracia y los tribunales, en la película de Brian De Palma “vestido para matar” en los pasillos del museo y en las películas de Woody Allen entre las habitaciones del departamento, pero siempre tenemos una cuestión con el objeto anhelado escurridizo. Es la misma sensación existencial caracterizada por Camus en “El mito de Sísifo”. La tarea de búsqueda interminable en la que se halla la persona, al decir de Agnon, “llega y no llega”.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza sitio DAAT