No resulta nada simple para el pueblo aceptar a Elishá como profeta en lugar de Eliahu. Elishá debe lograr la confianza de los discípulos de los profetas y del pueblo.
Tras el ascenso de Eliahu al Cielo, Elishá lucha por su reconocimiento como el profeta de la generación. Al principio, los discípulos de los profetas tenían serias dudas, pero inmediatamente después de cruzar el Iardén, Elishá logra que los discípulos de los profetas lo reconocieran como el profeta que fue dotado del espíritu de Eliahu.
En el relato de sanación de las aguas de Ierijó se amplía de los discípulos de los profetas que estaban en Ierijó a la gente común de la ciudad. El reconocimiento de Elishá por parte de la gente de Ierijó, que fue previo al reconocimiento de todo Israel, tiene un sentido simbólico:Elishá atravesó el Iardén en el lugar por el que cruzaron Yehoshua y todo Israel, y en la misma dirección, e incluso comienza su trayecto con “la conquista” de Ierijó que es “ el pestillo de la Tierra de Israel” (Bamidbar Rabá 15).
“La conquista” espiritual de Ierijó y su gente por parte de Elishá, es decir, el reconocimiento de Elishá por parte de ellos, representa una apertura simbólica de “la conquista” espiritual de toda la tierra y sus habitantes.
Y he aquí, el reconocimiento de Elishá por parte de los habitantes de Ierijó se da desde un inicio, sin condición o duda alguna. Se presentan ante él, y le comparten su problema existencial. Lo hacen con un lenguaje agradable (comienzan hablando de todo lo bueno de su ciudad) y con respeto hacia él (“como mi señor lo ve”). No le exigen explícitamente solucionar su problema, y no hay alusión alguna al hecho de ponerlo a prueba. Y efectivamente, no era su intención ponerlo a prueba. Vinieron a él de buena fe y con la esperanza de que tal vez los pueda salvar. De ese modo, fueron ellos los primeros en el desfile de necesitados que se dirigieron a Elishá. En la continuidad de los capítulos, una y otra vez, aparecerán aquellos que necesiten de la ayuda de Elishá para sacarlos de su difícil situación, y el profeta les responderá con enorme predisposición, tal como lo hizo con la gente de Ierijó.
Pues está claro que la misma solicitud de ellos representa una declaración de reconocimiento de Elishá, como los discípulos de los profetas arrodillándose al cruzar el Iardén. Pero aquí Elishá debe justificar su reconocimiento y resolver la angustia de ellos, lo cual él realiza, y al hacerlo, completa el reconocimiento de la gente de Ierijó en él.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Cortesía del sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”