El Shabat como formador de la identidad israelí

El Shabat como formador de la identidad israelí

 

De todas las Mitzvot, los preceptos, el profeta menciona en relación con los extranjeros y los eunucos específicamente la observancia del Shabat. Esto nos enseña que el Shabat es un pilar muy significativo en la fe de Israel, al cual no se puede negar.

A modo de preparación para la revelación de la salvación de Dios, el profeta llama a regresar a la forma de vida de aquel que sirve a Dios. Resulta interesante examinar lo que elige el profeta presentar como elementos significativos en el servicio a Dios. Incluye tres cosas, todas en lenguaje de preservación: preservar la justicia, cuidar el Shabat y cuidarse a uno mismo de hacer el mal. Aquí hay una hermosa combinación de justicia social por un lado y compromiso religioso hacia el Creador del mundo, por el otro.

A continuación, el profeta describe la queja de los eunucos y los conversos, quienes dicen que no tienen una parte en la tierra: los eunucos porque no tienen descendencia, y los conversos porque no tienen herencia en la tierra. Se sienten desconectados, por así decirlo, de la nación israelita y se preguntan ¿cómo podrán unirse entonces a la vida eterna del pueblo de Israel?

La respuesta del profeta es que Dios es su herencia, al igual que los hijos de Leví, que no tienen parte ni parcela en la tierra. No obstante, sorprende ver que el profeta repite tres veces la condición para ello, que es que cuiden los Shabatot: el Shabat de la tierra y el Shabat del tiempo (versículos 2, 4, 6). ¿Qué significa este énfasis y qué podemos aprender de ello sobre el significado del Shabat en la formación de la identidad del pueblo de Israel?

Parece que la razón de esto es que el Shabat es una señal distintiva entre el pueblo de Israel y los pueblos no judíos. El Shabat establece el reconocimiento universal de Dios como el Creador del mundo por un lado, y por el otro es también un recordatorio del éxodo de Egipto y una manifestación del descanso del siervo israelita. Así se refleja, tanto en el Shabat del tiempo como en el Shabat de la tierra. En las palabras de la profecía que tenemos ante nosotros, Dios coloca la base de la identidad del pueblo de Israel en la observancia del Shabat. Solo un extranjero que se identifica con este principio tiene un lugar junto al pueblo de Israel y con Dios.

 

Volver al capítulo