Deut 30:15 al 30:20
Mira, he puesto ante ti la vida y el bien, y también la muerte y el mal. Si haces lo que te ordeno hoy, amando a Dios, andando en el camino de Dios y cumpliendo Sus preceptos, vivirás y te multiplicarás y te bendecirá el Eterno tu Dios en la tierra a donde vas para heredarla. Pero si se desviare tu corazón y en vez de escuchar la voz del Eterno, te prostrares ante otros dioses y los sirvieres, declaro que de seguro pereceréis, no prolongaréis vuestros días en la tierra que heredarás del otro lado del Jordán. Pongo hoy por testigo contra vosotros a los cielos y la tierra, de que os di para escoger entre la vida y la muerte, entre la maldición y la bendición, y elegirás la vida para ti y tu simiente, amando al Eterno tu Dios, escuchando Su voz y siguiendo Sus caminos, pues Él es tu vida y la extensión de tus días para que puedas vivir en paz en la tierra que el Eterno juró a tus padres.
Deut 11:26-28
Mira, he puesto ante vosotros hoy la maldición y la bendición. La bendición, si cumpliereis los mandamientos del Eterno vuestro Dios que hoy les enseño, y la maldición, si no cumpliereis los mandamientos del Eterno vuestro Dios y os apartareis de Su camino para ir tras otros dioses que no conocisteis.
• ¿Por qué en un texto promete la bendición y en el otro promete la vida y el bien? ¿Por qué hace esta diferencia?
• ¿Por qué en uno nos dice la maldición y en el otro la muerte y el mal?
• ¿Qué significan cada uno de estos conceptos?
• ¿Cómo se adquieren cada uno de estas cosas?
• ¿Por qué la vida y el bien depende del cumplimiento de los preceptos junto con el amor a Dios, mientras que para la bendición alcanza solo con el cumplimiento de los preceptos?
• ¿Por qué cuando promete la vida habla en singular y cuando habla de la bendición habla en plural?
• ¿Para qué dice: "Elegirás la vida", no es obvio que va a elegir la vida?
Respuestas
El midrash Sifri Parashat Ree hace referencia a tres aspectos:
1 Por cuanto que nos habla que hay dos caminos, el de la vida y el de la muerte, nos dice que debemos ir por el de la vida, es decir, no nos da opción, no le es indiferente nuestra elección, sino que nos ordena que elijamos la vida.
2 Muchas veces el camino malo, se muestra como bueno al principio pero luego se torna malo, es por eso que nos dice que elijamos el otro, pues puede ser que se vea al principio complejo y sacrificado, pero finalmente será muy bueno, así pasa con los preceptos, pueden parecer sacrificados y que nos limitan, pero luego veremos que son mejores que ir por el camino que le me antoja acorde a sus pasiones, pues ellos nos llevan a la perdición.
3 El rey hace un banquete para todos los invitados y les ofrece servirse de todo lo que les apetezca. A su invitado más querido le dice que se sirva el mejor plato, éste al no saber qué elegir, el rey toma su mano y le hace escoger el mejor plato. Así ocurre con Dios, a todos los pueblos los deja que cada uno elija cómo y por dónde conducirse, mientras que al pueblo de Israel, le sugiere qué elegir y cómo conducirse. Nos dice qué es lo que nos conviene, pues por ser que Dios nos ama mucho, nos sugiere que escojamos la primera opción que es mejor.
Otro Midrash dice que cuando bajó la Torá al mundo, junto con ella bajó la vara para castigar. Es decir bajaron juntas, de momento que está la Torá, entonces existirá también el castigo.
Este midrash lo que nos quiere decir es que antes de que fuera dada la Torá, el individuo podía argüir que no sabía, por lo tanto no se lo podía castigar. De momento que fue dada la Torá en donde Dios nos advierte conducirnos por el buen camino, y nos dice cuál es el buen camino, entonces, si no lo hace es merecedor de castigo, es como un padre que se va y no le deja ninguna directiva a los hijos, cuando regresa ve que los hijos no comieron ni se bañaron, en realidad no puede enojarse mucho con ellos pues él no les dijo qué hacer. Pero si cuando se fue, les dejó dicho que un buen chico se baña y come, y les dice que sean buenos niños, si ellos no lo hacen, entonces son pasibles de castigo.
Otro Midrash, parecido pero con un mensaje más profundo, dice que desde el momento que entregó la Torá, entonces, tal como dice en Meguilat Eja: "De Dios no sale el bien y el mal" Es decir, desde el momento que Dios nos da la Torá, por cuanto que ya sabemos qué es lo correcto hacer, qué es lo malo y qué es lo que lleva acarreado cosas malas (a veces los castigos son consecuencias naturales de nuestros actos) entonces ya no nos podemos quejar de que Dios nos envió el castigo, fuimos nosotros lo que nos hicimos merecedores de eso, ya lo sabíamos, fuimos advertidos y no obstante eso, seguimos en ese camino, entonces no le echemos la culpa a Dios por lo malo, pues fuimos nosotros mismos los que nos ocasionamos ese daño .
Analizando más literalmente el texto concluimos que cuando habla de vida, se refiere a la vida eterna. Cuando dice bien, se refiere a la bendición en este mundo.
Cuando dice muerte, se refiere a la muerte eterna, a la muerte del alma; cuando dice mal, se refiere a que le vaya mal en este mundo.
Para demostrar esto vienen los versículos 30:15-20
Luego que nos dice que puso ante nosotros la vida y el bien y la muerte y el mal, nos advierte que si hacemos lo que Dios nos ordena, amando a Dios, yendo por sus caminos y cumpliendo Sus mandamientos y preceptos, entonces viviremos y nos multiplicaremos en la tierra prometida y nos bendecirá. No obstante, si se desviare su corazón y en vez de escuchar la voz de Dios va a hacer idolatría, entonces, seguramente perecerá y desaparecerá.
Para poder verificar esto recurrimos al versículo final, el 19 que nos dice: Pongo hoy por testigo antes vosotros a los cielos y la tierra, de que os di para escoger entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Vemos que en este versículo sustituyó: bien y el mal, por bendición y la maldición.
De aquí podemos concluir que la bendición, que es el bien, se refiere a la vida terrenal y la maldición, que es el mal, se refiere al castigo material.
Ahora se hace más claro el motivo por el cual cuando nos promete la vida (que se refiere a la vida en el mundo venidero) ahí nos exige no solo el cumplimiento de los preceptos, sino también el amor a Dios, pues amar a Dios es conocer a Dios, desear apegarme a Él y conocerlo plenamente, y esto se alcanza en su manera más sublime en el mundo venidero. Es lo que dice el versículo literalmente: pues Él es tu vida y la extensión de tus días.
Sin embargo, el mero cumplimiento de los preceptos, a pesar que aún no lo hace en el nivel superior de amor a Dios, de todas maneras este nivel alcanza para merecer bendición material en este mundo. Si todas las personas cumplen los preceptos, naturalmente la sociedad será mejor y así todos se beneficiarán.
Es por eso que cuando habló de la vida y el bien, habló en singular, pues esto es algo que depende de cada uno, el mundo espiritual que va a alcanzar cada individuo depende de él mismo, no es algo que depende de la sociedad en la que vive.
Mientras que cuando habla de la bendición, lo hace en plural, pues tal como dijimos, la consecuencia del cumplimiento de los preceptos es el establecimiento de una sociedad buena, que es una bendición para todos sus miembros en este mundo.