En la conciencia predominante de la antigüedad, las “diez tribus” fueron todas exiliadas y se perdieron sus rastros. Pero esto, simplemente, es incorrecto.
En el momento en que Shomrón y Beit El desaparecen como consecuencia de sus pecados (incluso a ojos de la profecía, como lo refleja Irmiahu en ocasión del sitio a Ierushalaim), volvieron al centro los hijos de Efraim simples, y asomó nuevamente el gran amor, como un padre que “entrena” a sus hijos, “Yo enseñé a andar a Efraim, tomándole de sus brazos” (Capítulo 11, versículo 3)-
“Cuando Israel era niño, Yo le amé,
y de Egipto llamé a Mi hijo;
Con cuerdas humanas los atraía,
con vínculos de amor…(Capítulo 11, versículos 1-4)
En la conciencia predominante de la antigüedad, las “diez tribus” fueron todas exiliadas y se perdieron sus rastros. Pero esto, simplemente, es incorrecto. Los asirios exiliaron sólo al Shomrón, unas 27.000 personas; en todas las aldeas quedó la mayoría de los habitantes, que en un instante se transformaron en los súbditos de una “provincia” asiria, y en referencia a ellos, está escrito:
¿Cómo te he de dar, oh Efraim?
¿Podré Yo entregarte, oh Israel? ¿Cómo te he de hacer como Admá?
¿Cómo te pondré como Tsvoím?
¡Se ha revuelto Mi corazón dentro de Mí, Mis compasiones a una se inflaman!
¡No ejecutaré el ardor de Mi ira,
no volveré a destruir a Efraim:
porque Dios soy, y no hombre (que acostumbra a encapricharse sin motivo),
el Santo que estoy en medio de ti (la gente de Efraim que prmanece en la tierra);
y no vendré (a destruirte) a ti en ira!;
Y efectivamente, los montes de Efraim y Menashé, e incluso el Galil, no supieron más de este tipo de guerras bajo el dominio de Ashur y Bavel-la destrucción que provocaron los babilonios en Iehudá, Moab, Edom y Pleshet, en la represión de las revueltas, no se vio en las tierras de Efraim y del Norte.
En el momento en el cual desaparecieron la mala política y el culto pagano, los hijos de Efraim,Menashé, Zevulún, Asher, Shimón y Naftali, quienes se quedaron en la tierra, pudieron ranudar los lazos con Ierushalaim, y esto, en efecto, sucedió en el “Pesaj de Jizkiahu” (Divrei Haiamim, Crónicas II, capítulo 30) y en la purificación de Yoshiahu (Divrei Haiamaim, Crónicas II, capítulo 34-versículos 6-7).
Hay una gran semejanza entre Irmiahu y Hoshea, en particular, en las profecías del amor y el consuelo a Rajel y a Efraim, y por supuesto, en la misión de Irmiahu (Capítulo 3, versículos 6-15), en la época del rey Yoshiahu” (Irmiahu, capítulo 25, versículo 5), al resto de las tribus del norte. Los 80 peregrinos a la Casa de Dios, desde Shjem, Shiló y Shomrón, dan cuenta del éxito, precisamente por su trágica muerte.
Cortesía sitio 929.