El capítulo 20 está colmado de interrogantes y de preguntas: ¿Cuál es el significado del momento de la profecía? ¿Cuál es la relación con la conquista de Ashdod? ¿A qué alude la cuestión del saco vestido por el profeta (en señal de duelo)? ¿Y por qué éste recibe la orden de quitárselo y andar desnudo y descalzo? La comprensión de la secuencia de los acontecimientos históricos arrojará luz sobre el capítulo.
El ejército asirio tomó Ashdod y Ierushalaim detuvo su respiración. Era probable, y no sabemos por qué no sucedió, que tras la conquista de Ashdod, los asirios se dirigieran a Ierushalaim hacia Jizkiahu, el vecino más enérgico que apoyaba a Aziru, el rey de Ashdod, pero he aquí que esto no ocurrió, el ejército asirio culminó su tarea en Ashdod y retrocedió.
En Ierushalaim disminuyó la tensión y todo el gran pánico cesó y hubo alivio. Y he aquí, el punto crucial de la profecía. Hay aquí una sorpresa terrible destinada a sacudir al pueblo de Ierushalaim, que había retornado a su complacencia. ¿Qué es esta sorpresa? A Yeshaiahu se le dijo “Vete, suelta el saco de tu cintura” (versículo 2). Hasta aquí, todo comprensible y natural. Hasta el momento, había un saco sobre tu cintura porque solicitaste piedad, temías, por si los asirios llegaban y le hicieran a Ierushalaim lo mismo que a Ashdod. Ahora había alivio, “Vete, suelta el saco de tu cintura”.
Estás persuadido de que ha llegado el momento de alegrarse por la salvación de Ierushalaim. Pero aquí llega lo asombroso, y la profecía continua, no como tú piensas “suelta el saco de tu cintura”, a fin de cambiarlo por una vestimenta digna, de honor, sino “quítate el calzado de tus pies”. En lugar de un saco (como un harapo, en señal de duelo), anda desnudo y descalzo, ya que Ierushalaim no se ha salvado, como considera la mayoría, no ha llegado la hora de alegrarse, sino por el contrario, la verdad es que el peligro es siete veces mayor, y por ende, ahora “anda desnudo y descalzo”. Eso ocurrió en el año 713.
Y a pesar de que sabemos de que tras ser coronado Ajimati, el hermano de Aziru, que al parecer, era uno de los leales a Ashur (Asiria), por los asirios, el pueblo de Ashdod volvió a rebelarse contra él y coronó a otro rey en su lugar-a Yamani, luego llegó Sargón y conquistó Ashdod, e impuso allí grandes castigos. El profeta lo anticipó desde el principio, advirtió que no había llegado el momento de alegrarse.
La inscripción asiria señala, que tras ser coronado Yamani en Ashdod, quien también era un rebelde anti-asirio, envió emisarios a Pleshet, a Iehudá, a Edom y a Moav. Los asirios mencionan expresamente que todos esos se sumaron a la alinza liderada por el faraón y en esos años, Yeshaiau anda desnudo y descalzo, a fin de advertir al pueblo que no se sumara a la revuelta, que una y otra vez estalló y se hizo más cruenta en Ashdod, por la confianza en el poder de Egipto. Llega el profeta y dice: no sólo será destruida Ashdod sino también Egipto, que fomenta todo este accionar, “así conducirá el rey de Ashur a los cautivos de Egipto y a los deportados de Kush, jóvenes y ancianos, desnudos y descalzos” (versículo 4).
Editado por el equipo del sitio de Tanaj.
Extraído del sitio DAAT.