Rosh Hashaná y Iom Kipur, en su esencia, son diferentes uno del otro, y a pesar de ello, a partir del modo en que son presentados en la Torá, aprendemos de ello que representan parte de un proceso global.
Cuando intentamos evaluar la relación y el nexo entre Rosh Hashaná y Iom Kipur, podemos llegar a una cierta conclusión. Los poemas (cantos) introducidos en las plegarias de esos días, generaron la sensación (impresión) de que Rosh Hashaná y Iom Kipur, son, aparentemente, lo mismo, y pertenecen al mismo proceso, en el cual la inscripción se registra en Rosh Hashaná y la firma y el sello-en Iom Kipur. Por ello, a fin de hacer referencia a la verdadera esencia de la jornada, deben separarse todos los poemas de la plegaria y centrarnos solamente en el contenido de la plegaria de la “Amidá”. Ahí entonces, percibimos que las plegarias son totalmente diferentes.
La plegaria de Rosh Hashaná aborda en primer lugar la temática de “Maljuiot” (la coronación del Rey del mundo), y por ende, la misma figura en todas las oraciones. Asimismo, el estilo es muy universal “Rey de toda la tierra”, y así también en la plegaria de “Musaf” (Plegaria adicional) con la temática de “Zijronot” (recordaciones) “porque el recuerdo de toda criatura se presenta ante ti”. En contraste con ello, en Iom Kipur, la confesión es parte integral de la repetición de la plegaria a cargo del oficiante, elemento que ni siquiera figura en Rosh Hashaná.
Y esto mismo, lo hemos encontrado en el resto de las leyes del día-Rosh Hashaná es un día festivo, y Iom Kipur es un día de descanso, un día de aflicción. Según Nejemia, Rosh Hashaná es un día de envío de comestibles, y Iom Kipur es una jornada de ayuno.
Y a pesar de ello, la Torá escrita concentra a las festividades como parte de un proceso de Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot. En la sección de las festividades, es enfatizado el hecho de que las tres festividades están relacionadas con el mes séptimo. Y del mismo modo, en la Parashá (sección) de Pinjás-los sacrificios adicionales son similares.
La explicación de ello es que Rosh Hashaná y Iom Kipur son dos días opuestos y se hallan junto al otro, por ser ellos parte de un proceso.
El Rambán en su comentario alusivo a Rosh Hashaná (principalmente, en la primera parte) refiere al esclarecimiento de la esencia de Rosh Hashaná, y llega a la conclusión de que Rosh Hashaná es el día de la coronación de Dios que está relacionado con el juicio. Nosotros celebramos con alegría y placer que Dios es el Rey del mundo, y la consecuencia de ello es el juicio, es decir, que todo está definido, ordenado y esclarecido. En Rosh Hashaná se define todo. Por ello estamos alegres en Rosh Hashaná, debido a que no tenemos otra alternativa.
Pero en Rosh Hashaná, no está todo concluido en forma absoluta, Dios en su benevolencia para con nosotros, ha establecido que el atributo del juicio no actúa en el mundo por sí mismo, ya que en ese caso el proceso hubiera finalizado en Rosh Hashaná. Hay un atributo adicional, el atributo de la misericordia-que se pone de manifiesto en Iom Kipur. No es ésta una referencia al atributo del renunciamiento, “ya que todo aquel que sostiene que Dios es indulgente con aquellos que cometen transgresiones, se verá privado de su vida y su cuerpo, porque le está dando a entender a la gente, que puede continuar pecando, ya que de todos modos, Dios perdona todo” (Baba Kama 50a). La fuente del atributo de misericordia se halla en los trece atributos divinos, en los que contemplamos que Dios es “tardo en la ira”, y “perdona la iniquidad y la rebeldía y el error” (Shemot capítulo 34, versículos 6-7). Es decir, el atributo de misericordia es en realidad un aplazamiento, una suerte de crédito por parte de Dios de que habrán más oportunidades de retornar en un proceso de “Teshuvá”, antes del dictado de sentencia. Le pedimos a Dios y le manifestamos que el año próximo será mejor, porque tenemos la intención de mejorar, y principalmente-nos arrepentimos. Si Rosh Hashaná hace referencia al año transcurrido, Iom Kipur refiere al año próximo. No se trata de un argumento jurídico, sino de una solicitud de préstamo por encima de la legalidad. Y esta es la esencia de la confesión, una solicitud a Dios para que perdone nuestros pecados para que podamos iniciar el nuevo año y hacer que el mismo sea mejor que el anterior.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio de la Academia Rabínica "Orot Shaul".