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¿Por qué especifica la Torá qué se hizo con la plata y el
cobre, pero no con el oro? (v. 24-31)
KLI IAKÁR: El Midrash declara que, después de haberse hecho los
componentes del Tabernáculo, Moshé hizo una revisión, junto con
Itamár y los Levitas, de cómo todos los donativos fueron destinados
correctamente a fin de demostrar al pueblo judío que no era
culpable de malversación. Sin embargo, la revisión del oro mostró
1775 shékel sin un claro destino.
De hecho, sin embargo, estos 1775 shékel de oro se habían usado
para hacer los ganchos adosados a los postes del patio, pero este
detalle había sido olvidado. Dios percibió que la reputación de Moshé
corría peligro, por lo que hizo que una Voz Celestial anunciara: “Los
1775 shékel se usaron para los ganchos de los postes”.
Una vez que la voz celestial dio testimonio de la honestidad de
Moshé, el pueblo judío no precisaba una auditoría del oro, Así, la
Torá no menciona los detalles en cuanto a qué destino tuvo.
Torat Menajem
PROBLEMAS CON KLI IAKÁR (V. 24-31)
Kli Iakár explica en base al Midrash por qué la auditoria del oro no
se especifica en detalle. Sin embargo, en el plano de la interpretación
literal de la Torá esta solución es problemática pues:
a) Si la voz celestial ya había testificado acerca de la fiabilidad de
Moshé después de la revisión de la plata (v. 27-28), ¿para qué era
necesario hacer una auditoría del cobre (v. 29-31) a fin de demostrar que
Moshé era de fiar?
b) En el plano literal, sería ridículo sugerir que Moshé, Itamár y
cada uno de los Levitas se olvidaran, todos, de los ganchos de los
pilares.
Por lo tanto, quedamos con la pregunta de Kli Iakár: ¿Por qué no
mencionó la Torá para qué se usó todo el oro?
LA EXPLICACIÓN
Para la construcción del Tabernáculo se precisó una gran cantidad de oro:
La Menorá contenía todo 1 kikár, el Arca tenía 1,5 codos de largo,
revestido en oro, y su tapa era de 1,5 codos de largo. Cada uno de los 48
postes tenía 10 codos de largo y estaba revestido en oro.
Hasta un cálculo a grosso modo mostraría que la cifra mencionada
aquí (en el v. 24), de 29 kikárs, habría resultado escasa (menos del 50%),
respecto del oro requerido.
De esto vemos que el pueblo judío no donó suficiente oro para la construcción
del Tabernáculo y Moshé —quien era sumamente rico por derecho
propio (véase Rashi a Ki Tisá 34:1)— se vio forzado a completar el resto.
Esto explica por qué no se requería una revisión detallada para quitar
cualquier sospecha de que Moshé incurriera en malversación.
Un problema con esta explicación es que parece contradecir una
declaración de Parshat Vaiakhél, que había un superávit de materiales
donados (véase 36:7). Esto parecería sugerir que se donó más oro que el
requerido.
Sin embargo, el “superávit” aquí se refiere al excedente de aquellos
materiales disponibles al pueblo judío. Esto no excluyó la posibilidad
de que hubieran artículos que no tenían del todo, o en cantidades
insuficientes. Por ejemplo, Rashi (35:27) declara explícitamente que
no tenían piedras Shóham, y con todo la Torá habla de un superávit.
De esto vemos que se habló de un “superávit” en un sentido general,
pero quedaba la posibilidad de que algunos artículos fueran
insuficientes. Así sucedió con el oro, donde sólo había 29 kikárs
disponibles.
(Basado en Sijat Shabat Parshat Pekudéi 5744