En su misión heroica para proteger a su pueblo y en su éxito para conducir el proceso de salvación, Ester se convierte en una fuente de inspiración para las generaciones.
Ester, con la ayuda del espíritu divino que había en ella, asumió la responsabilidad, eligió y planificó los pasos de la salvación, adoptó decisiones difíciles en momentos angustiantes, logró liderar al pueblo exitosamente y al final del proceso logró derrotar a Hamán. Ester cumplió con su accionar, una de las enseñanzas del Rabino Jonathan Sacks en su libro para curar a un mundo roto. “Cuando el lugar en el que estás, se encuentra con aquello que debe ser realizado, ese es el sitio en el cual D-s quiere que estés”.
La providencia divina eligió a Mordejai y a Ester para salvar al pueblo de Israel. El episodio comenzó como un relato desordenado, que incluye banquetes, la ejecución de Vashtí y el ascenso de Ester al reinado, como reina de Persia. Pero en el transcurso del relato, los hechos se integran dentro de un proceso en el que hay salvación y redención a través de Ester, que fue la elegida para salvar al pueblo de Israel. Ester es la que vio los riesgos y generó un proceso largo con mucha paciencia. Un proceso en el cual están relacionados la providencia divina y el accionar humano. Un proceso de ayuno y plegaria, en el cual todo el pueblo la siguió, ayunó con ella, rezó junto a ella y la escuchó, un proceso que incluye la invitación al primer banquete, y luego al segundo, en el que finalmente, Ester pudo convencer al rey del peligro que implicaba Hamán para él. A raíz de esta comprensión, el rey ordenó colgar a Hamán y a sus hijos “sucedió todo lo contrario; porque tuvieron los Yehudim el dominio sobre sus enemigos”(Ester 9,1).
A lo largo de las generaciones, el relato de la Meguilá y la salvación a través de Ester, fueron utilizados como factor de inspiración para numerosos episodios de salvación y así, en el marco de los viajes a Polonia, nos encontramos con un lugar denominado “La casa de Esterka”, con el relato sobre la amante judía de Casimiro III, rey de Polonia, que gracias a sus contactos, logró salvar a la comunidad judía. No tiene importancia si se trata de una leyenda inspirada a partir del relato bíblico o si es una historia real. De todos modos, el episodio central es, que la providencia divina envió una reina judía que logró unir una misión divina con el accionar humano, que al final, salvó a su pueblo con gran sacrificio personal, y el hecho representa un elemento de inspiración para muchos otros episodios de salvación, a lo largo de las generaciones.
De los milagros y maravillas y la misión divina a través de Ester, en esos días, a nuestro posicionamiento actual en contra de las voces que se levantan para debilitar la fuerza y la potencia de las mujeres. De la redención y salvación en esos días, a través de Ester, a la comprensión de que cada uno y una tiene una misión divina y la capacidad de elección a fin de unir la tierra y el cielo para liderar, para la salvación, para la entrega y la responsabilidad en el hogar y fuera de él, para conducir al pueblo, a la sociedad y al Estado en estos tiempos…que sea con éxito para todos nosotros.
Gentileza sitio 929.