Eved Ivrí

Eved Ivrí

 

Rambam nos menciona más de 13 preceptos que tienen que ver con el siervo hebreo. No maltratarlo, no venderlo en los mercados de esclavos, no darle tareas que se le da a un esclavo, liberarlo en el año sabático, cuando sale en libertad no sale con las manos vacías,  rescatar a la sierva hebrea que fue tomada prisionera, etc.

Lo primero que nos habla la Torá, luego de los diez mandamientos, es acerca de los siervos. Es lo primero que la ley hebrea les encomienda a los jueces, cómo debe ser la ley del siervo hebreo, recién después vendrán los casos más graves, como aquellos que tienen pena de muerte.

De acuerdo con los historiadores, dejó de haber esclavos hebreos al final del segundo templo (en Roma, que fueron posterior al segundo templo, el 80% de la población eran esclavos y solo el 20% era ciudadanos del imperio) Y aunque nos cueste creerlo, aun hoy en día hay sociedades en donde existen los esclavos.

 El profeta Irmiahu nos relata que apenas salidos de Egipto ya había entre el pueblo de Israel individuos  que eran esclavos de otros israelitas. 

Debemos saber que en la antigüedad era algo muy aceptable la esclavitud.

Hay quienes sostienen que las tribus de Rubén, Simón y Leví no fueron esclavizados por los egipcios.  Es por eso que la Torá nos relata en Shemot la lista de los cabezas de las familias,  trae a Rubén, Simón y Leví y nada más. Meshej Jojmá, un comentarista bíblico, dice que este fue el motivo por el cual estas tres tribus no tuvieron parte dentro de la tierra de Israel, ya que ellos no fueron esclavos en Egipto y además tomaron esclavos para ellos de entre los hijos de Israel.

En la Biblia, solo una vez aparece el término “siervo hebreo” (fuera del contexto de esta perasha) y es con Yosef, más precisamente es la esposa de Potifar quien lo llama así. Es como que la Torá no quiere aceptar esta condición, no desea que haya siervos hebreos y es por eso que no los nombra tanto.

Pero si la Torá no está de acuerdo entonces ¿Por qué no los prohibió definitivamente?  ¿Por qué no abolir la esclavitud?

La Torá no pide cosas que los hombres no pueden hacer. Por ejemplo, la Torá no nos obliga a ayunar tres días, etc. Y a pesar que fuera posible, de la misma manera no nos ordenó anular la esclavitud, sino que le puso muchos límites. 

Más adelante en Debarim 15:18 vemos que el motivo de los seis años, es que el siervo trabaje solo seis años, es decir, la Torá no quiere que trabaje más de seis años con la misma persona, porque después de tanto tiempo el siervo se acostumbra para toda la vida a ser dependiente de otros, más adelante vamos a ver qué tiene ello de malo.

Rambam en Mishné Torá, nos explica cómo se adquiría un siervo hebreo; no se lo adquiría en un mercado de esclavos común, sino que era el tribunal rabínico quien autorizaba la venta de un siervo, y esto ocurría cuando el individuo se empobrecía demasiado y no podía mantenerse, o con el ladrón que no tenía para reponer el daño. 

La mujer no podría venderse como esclava, por el peligro de que los hombres hagan abuso de su  condición y la prostituyan o abusen de ella.

La mujer, a los 12 años de edad sale libre, quiera o no el dueño, salvo que ella elija quedarse con él. Es decir, en la edad que comienza a desarrollarse y se torna atractiva físicamente,  es ahí en donde corre el riesgo de que haya abuso sexual, es por eso que se la pone en libertad.

¿Por qué al siervo no judío no se le da este mismo trato? Si la Torá está en desacuerdo con la esclavitud, entonces ¿por qué no poner también muchos límites con el esclavo no judío?

El objetivo o plan de la Torá no es arreglar a toda la humanidad de una sola vez, sino que el método es lograr una sociedad buena, en este caso serán los judíos, entonces, cuando los demás pueblos vean cómo funciona una sociedad buena, entonces se inspirarán y querrán  ser parte de esta buena sociedad; la decisión depende de ellos.

Algo similar ocurre con el cobro de intereses en las deudas. El no judío cuando me presta dinero, me cobra intereses, entonces cuando yo le presto a él, ¿por qué tengo que perder? 

Al siervo hebreo no se le puede dar para que realice trabajos que no son necesarios o cosas que solo se lo ordena para que no esté sin hacer nada. No obstante, esta actitud se permite con respecto al esclavo no judío. Esto es así, pues si el esclavo no judío esta sin hacer nada, corremos el riesgo que se dedique a seducir a mujeres judías, pues tal como dicen los sabios: el ocio conduce a la promiscuidad. 

Este es un tema más profundo, pero para abordarlo brevemente, recordemos que el judío se diferencia de los demás pueblos, entre otras cosas, porque no se conduce acorde a sus pasiones, mientras que los demás pueblos quieren ser “libres” y corren detrás de sus impulsos. Ellos sostienen que para ser felices deben poder hacer lo que quieren (o mejor dicho lo que sus instintos apetecen). Es por eso que los sabios decretaron: Torat goim, araiot. La ética o moral de los no judíos está plagada de morbosidad y perversión sexual.

Otro de los motivos, por el cual la Torá se opone a que haya siervos hebreos, es porque la Torá no quiere que el judío tenga otro señor que no sea Dios. Para que de esta manera no se sienta aprisionado y entonces sí pueda servir a Dios. Es por eso que el profeta Irmiahu, cuando el pueblo no quiso liberar a los siervos judíos, Dios les dice: Ustedes no quieren recibir el Yugo de Dios, entonces quedarán expuestos al yugo de este mundo (guerras, epidemias, conquistas, etc.)

¿Por qué el esclavo que quería continuar siendo esclavo debía perforarse la oreja? ¿Por qué justo en ese miembro?

Un motivo, es para que sea algo bien visible y que se avergüence y entonces no quiera quedarse como esclavo. Otro motivo, es porque esa oreja no escuchó bien lo que dijo Dios en el monte Sinai: “Míos son los hijos de Israel” este esclavo se pone sobre él otro señor fuera de Dios.

¿Por qué debe perforarse la oreja en la puerta? En Egipto, el pueblo de Israel, al colocar la sangre del cordero en los dinteles de sus puertas, demostró de esa manera que  eran libres; hicieron algo en contra de sus amos, justo contrario a la cultura y los dioses de sus amos, sin temerles ni someterse a ellos. Ahora este esclavo, al elegir quedarse con su patrón, está haciendo justo al revés, es por eso que lo lleva a la puerta para que recuerde ese mensaje.

Podríamos preguntarnos ¿Qué diferencia hay entre ser siervo de Dios o ser siervo de otra persona, al fin y al cabo sigue siendo siervo? 

La realidad es al revés, aquel que es siervo de Dios, en realidad, él, es el verdadero libre y se lo llama siervo, sólo porque nos referimos a que hace lo que Dios le encomienda y Dios encomienda cosas que son para nuestro bien, no se trata de caprichos de algún hombre. Es lo que los sabios dicen que las Tablas de la ley estaban talladas (en hebreo se dice: jarut) y los sabios dicen que en vez de talladas se puede leer “Jerut” que quiere decir libertad (en hebreo se dice Jerut que suena muy similar a jarut) Es decir las tablas de la ley nos otorgan la verdadera libertad.

La sociedad liberal en cambio, pregona que cada uno haga lo que más le plazca, la única limitación  es que no haga daño a los demás (y esto también, no es por una cuestión  ética, más bien es  para que el otro no me cause daño a mí) No piensa en el bien último del individuo o qué precisa aquel individuo para realizarse y crecer; sino que responde a un patrón egocentrista.

La Torá es el sistema más completo y perfecto, que piensa en todos los aspectos y no solo en algunos. (Es decir los más placenteros o momentáneos sí y los otros no). Es por eso que la Torá permite que se venda como esclavo cuando es pobre, a pesar que hoy en día esto está mal visto, pero ¿acaso la alternativa moderna es mejor? ¿Que  se denigre más, que viva mendigando en cada esquina o durmiendo en la calle o tal vez que recurra a robos o drogas es mejor?

Esta es la diferencia entre el empleado y el esclavo. El empleado puede ser  obligado por más de tres años (contrato?) y luego si quiere puede seguir, o dejar, pero el esclavo tiene seis años, porque precisa más tiempo, pues tiene menos recursos que el asalariado.

La Torá definitivamente no quiere que el hombre se rebaje tanto y se esclavice, pero ante casos extremos, esa opción es mejor que lo otro.

Si bien a los seis años el esclavo salía libre gratuitamente ¿Por qué se  le da la opción al esclavo de quedarse hasta el jubileo? La Torá vela por el bienestar del siervo y por eso le pone límites al patrón, pero no se los pone al esclavo, si el siervo quiere, puede relegar su derecho a salir libre. No obstante la Torá no le permite que se quede en esa situación  eternamente, sino solo hasta el jubileo. No obstante todo esto el siervo lo debe hacer frente a los jueces para que no corra el peligro de ser presionado por su amo a que se quede.

La Torá le da derecho al siervo a tener su familia, que es una necesidad básicas, así, si el siervo viene con una buena esposa, al salir libre él, su esposa sale con él; no sea cosa que el amo lo libere a él, solo para quedarse con la esposa. 

En el caso que un hombre quiere vender a su hija como esclava (porque no tiene los medios para mantenerla o para brindarle un buen hogar o educación) en ese caso hay más limitaciones, ya que se corre el riesgo de que la prostituyan, Es por eso que apenas la vendió, ya recae sobre él o sus familiares, la obligación de redimirla. 

Por el otro lado también existe un punto positivo, es factible que aquella niña, termine casándose con algún miembro de la familia a la que fue vendida. Es por eso que la Torá debe mantener el equilibrio entre brindarle un buen porvenir a una joven que nació en el lecho de una familia sin los más básicos recursos y el peligro de que sea abusada.

Hasta el punto tal, la Torá, obliga a aquel que adquiere una esclava hebrea, a que él mismo o su hijo se casen con ella, de lo contrario debe ser liberada. De esta manera, al tener un esposo, los demás esclavos no se abusarán de ella (entre los esclavos existe mucha promiscuidad) De este modo prácticamente no existe la sierva hebrea, pues al poco tiempo se convierte en la esposa de su amo.

Los sabios obligan que el siervo coma de la misma comida que el amo. Si existe una sola almohada en la casa, y debemos decidir para quién será si para el amo o para el siervo, el siervo tiene prioridad. El amo debe cubrir todas las necesidades del siervo, aun a costa de sus propias necesidades, en caso que no pueda cubrirlas, debe liberarlo.

Por lo tanto, si el individuo es sabio y se da cuenta, pronto comprobará que no es conveniente tener siervos hebreos, y eso es justamente lo que la Torá quiere.

Por otro lado si a alguien le robaban algo y el ladrón ya se lo gastó, el hecho que el ladrón vaya a la cárcel, al damnificado, nadie le devuelve su perdida. 

Además, en la mayoría de los casos, el ladrón en la cárcel no deja de ser ladrón al contrario, perfecciona más el arte de robar, pues está rodeado de gente muy baja y entonces se corrompe más. 

Tampoco para el conjunto de la sociedad es bueno, pues ahora este ladrón, que en la mayoría de los casos no se corrige en la cárcel, además debe ser mantenido con el dinero de los impuestos de los contribuyentes. 

En síntesis, no es justo, para el damnificado, ni para el ladrón,  ni siquiera para la sociedad. 

En cambio, para la Torá, cuando roba y no tiene para reparar el daño causado, se vende como esclavo, hasta que pueda pagar con su trabajo al damnificado, los daños estipulados por el juez. 

Además no era vendido a cualquier familia, sino a alguna familia en la cual el esclavo pueda corregirse, al vivir entre gente buena, el ladrón tiene más chance de corregirse, querer imitar y constituir un hogar como ese. 

Por otro lado la sociedad no tiene que mantenerlo sino que se mantiene con su propio trabajo. 

Para profundizar más aun en cómo la Torá se ocupa también de los trastornos psicológicos que pueden sufrir los esclavos, ver en Mishné Torá Hiljot Avadim Cap. 1 Halajot 5, 6, 7 y 8

 

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