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David se halla en un estado de gran tensión, y a raíz de ello, actúa con falta de cautela y pone en riesgo a Ajimelej el Cohen, el Sacerdote, en cooperación con quien es considerado como el enemigo del rey Shaúl.
Ajimelej el Cohen (Sacerdote) comprende de inmediato que hay algo que no está bien, ya que la aparición de David solo, sin su comitiva, genera intriga. Es lógico suponer, que Ajimelej sospechaba de lo que al final, realmente sucedió, que la ayuda a David sería interpretada como una traición al rey Shaúl. Ya desde el inicio del capítulo, el texto convoca nuestra atención al hecho de que David puso en riesgo a Ajimelej. Resulta que David comprendió que Ajimelej, de conocer la verdad no colaborará con él y por consiguiente, le mintió.
A continuación, David se comporta como aquella persona en estado de rabia, es decir: como una persona que actúa a partir de una presión irracional. La manifestación de la rabia no se dio sólo porque David pidió comer del “Lejem Hapanim”, “el Pan de la Proposición”, y presionó al Cohen para que le diera el pan; el hecho de que estaba dispuesto a poner en riesgo la vida de Ajimelej, demostró que David no actuó a partir de un criterio apropiado.
Además de todo ello, el texto señala la presencia de Doeg el Edomita en el Tabernáculo. En esta instancia, la crítica al comportamiento de David en el relato, llega a su punto culminante. Más allá de la cautela que se requiere de todos en la situación actual, he aquí, que desde el momento en el que un referente jerárquico del reino de Shaúl se halla en el lugar, se requiere sumo cuidado. Pero David, no sólo que no se cuida, sino que le solicita a Ajimelej la espada de Goliat y de ese modo, le endilga a Ajimelej, una gran responsabilidad, que no es consciente que le está entregando un arma a aquel que está siendo perseguido por el rey. A partir de los hechos, se infiere, que Ajimelej no está feliz de entregarle la espada, pero le permite tomarla por sus propios medios.
Hay también una faceta simbólica en el hecho que David toma la espada de Goliat. Fue el mismo David quien estuvo ante esta espada y dijo “no con espada ni con lanza; salva el Señor, porque la batalla es del Señor” (Capítulo 17, versículo 47). Y ahora, David pone en riesgo a Ajimelej, a fin de alcanzar esa espada. Esta cuestión sintetiza todo el episodio:
David utiliza la espada como un medio externo, en lugar de guiarse por las leyes de la Torá y de la Ética requeridas
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion