¿Qué llevó al blasfemoa comportarse de un modo tan humillante y maldecir a Dios? ¿Y por qué la Torá optó por destacar el nombre de su madre y fijar su nombre en la memoria nacional para horror de todo el mundo?
Rashi reveló la identidad del padre del blasfemo y sostuvo que se trata del egipcio que mató Moshé. De acuerdo a esta identificación, el hijo de la mujer judía nació después de que su padre egipcio ya no estaba en vida. Es así que este niño creció en la casa de su madre, como un judío en todo sentido. De todos modos el texto destacó que este hijo es “el hijo de un hombre egipcio” (Versículo 10) y así explicó que la afrenta es consecuencia de su prosapia fallida.
En contraposición a esta postura el Midrash Vaikrá Raba (32,5) coloca, precisamente, en el centro del hecho la figura de la madre del blasfemo. Por medio de la explicación del nombre de la madre dirigió un dedo acusador contra ella, aludiendo a que su comportamiento es lo que llevó a su hijo blasfemo a cometer el pecado. El punto crítico central del Midrash hacia Shlomit hija de Divri gira en torno a su lenguaje pobre y su deficiente educación (o más precisamente el ejemplo personal que recibió de su madre) es lo que representó la infraestuctura del pecado. Según los conceptos del Midrash, un hogar que no brinda los límites en el habla ni transmite las barreras y los filtros adecuados para el habla, está generando una plataforma educativa deficiente, la responsabilidad de la transmisión del habla reside sobre los hombros de la mujer, la que transmite la “lengua materna”, y por ello fue mencionada precisamente Shlomit, la madre del hombre, y no fue mencionado su esposo egipcio, el padre del niño.
Frente a esta postura, Rabí Shimshon Rafael Hirsch relacionó los actos del blasfemo también con el hecho del casamiento de la madre con un hombre egipcio:” sólo desde el momento que pecó su hijo, es mencionado su nombre. Ya que de hecho a través de este pecado se revela la grave consecuencia de su calamidad moral. Si no hubiera sido por su calamidad he aquí que esteestallido de decadencia no judía no se hubiera convertido en realidad en el pueblo judío. Ella lo echó a perder con un hombre no judío, y solamente de esta forma fue oculta la semilla de este delito en el pueblo de Israel. El estremecimiento del horror del pecado del hijo, vio en la madre, en Shlomi el principal factor del hecho”
(Comentario de Rabino Shimshon Rafael Hirsch, Vaikrá 24, 11)
El Rabino Hirsch recorrió las dos vías: en una vía: la responsabilidad educativa de la madre. Y en la segunda vía: el defecto hereditario que surge del matrimonio con un hombre egipcio.