¿Cuál es el significado de la transformación en la actitud de Ajab hacia Ben Hadad y como éste se convirtió de enemigo en amigo ?Nuestra pregunta es también válida en relación a Shaúl, que dejo con vida a Agag, el rey de Amalek-¿por qué Shaúl y Ajab se apiadaron de dos reyes que fueron duros enemigos de Israel y no los mataron?
El móvil plausible para estos dos casos de amnistía es la identificación de clase que Shaúl y Ajab sintieron con sus “colegas”. En el seno de los pueblos antiguos (y también en muchas épocas posteriores) el estatus de rey era contemplado como esencialmente diferente al estatus de una persona común, y en cualquier caso, era aceptado que las leyes que se aplican a los ciudadanos no se aplican en relación al rey. Esta concepción clasista estableció una especie de alianza no escrita entre los reyes de las naciones, que no se matan entre sí. Incluso cuando los pueblos se atacaban mutuamente, los reyes sabían, en muchos casos, que ellos saldrían ilesos de esos ataques. Dicha concepción en relación al estatus del rey es invalidada por la Torá al decir: “Para que no se enaltezca su corazón más que sus hermanos, y para que no se aparte de la Ordenanza, ni a derecha ni a izquierda” (Devarim, capítulo 17, versículo 20).
Esta “hermandad de reyes” sobresale aún más en los conceptos de Ajab:"¿Acaso vive todavía? ¡Hermano mío es!" ( Versículo 32).
¿Dónde surge esta “hermandad” entre ambos ?si no son hijos del mismo padre o de la misma madre, ni siquiera ¡hijos de un solo pueblo! Incluso, sus relaciones previas, no justifican este calificativo en relación a Ben Hadad. La intención de Ajab aquí es: “somos hijos de la misma clase, “somos hermanos por nuestra condición de reyes”. Ajab debió sentirse halagado por la oportunidad de perdonar a Ben Hadad, el rey de Aram, un reino más fuerte y más grande que Israel, y de verlo como “su hermano” de clase. Dicha “hermandad” venció la enemistad de los pueblos en guerra y ello movilizó a Ajab a brindarle al rey de Aram un trato totalmente diferente al de sus ciudadanos muertos. Por ende, esta es la razón de la alegría de Ajab por el hecho de que “su hermano vivía con él”, y este es el sentido de subirlo al carro y la alianza acordada.
Cuán irónico es el hecho de que el mismo Ben Hadad no estuviera impresionado en absoluto por la hermandad de reyes exhibida por Ajab, y al salir Ajab a la guerra contra Aram en Ramot Guilad (que no fue correspondida por Ben Hada como se impone ahora), Ben Hadad les ordenó a los ministros de su ejército: “No peleen contra ninguno, chico ni grande, sino tan sólo contra el rey de Israel” (Capítulo 22, versículo 31).
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Cortesía del sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”