Iaakov y Esav - Paz

Iaakov y Esav - Paz

 Iaakov vuelve a Israel, este es el tema central de "Vaishlaj", y el retorno de Iaakov es el símbolo vivo del retorno de Israel.

Grandes habían sido las penurias y amargos los días, largos años tubo que trabajar Iaakov para constituir aquello que son los principios de la vida, su hogar, veces y más veces lo engañan y lo robaban, y una larga travesía lo separaba de Israel. Se sobrepone Iaakov y llega a la tierra prometida.

Nos es difícil ver lo que esto representa. El patriarca es el pueblo judío todo y su retorno a Israel es la geulá. Si veinte años estuvo Iaakov en el Galut, Israel estuvo dos mil y si aquél vino de Babel, éste regresa de los cuatro confines de la tierra. Difícil es el retorno, más es una realidad.

En cierta manera podríamos ver en los acontecimientos que acaecieron a Iaakov una notable semejanza con lo que ocurrió al pueblo judío en Egipto. Y esto nos lo muestra el Nibei Zahav (Rab. Gold). Al presentarse ante Paroh, el Faraón de Egipto, Iaakov le dice: (Bereshit XLVII, 9). "Pocos y malos han sido los días de mis años de vida".

Muchas penurias hubo de pasar, Iaakov era considerado como un esclavo eterno, sin dignidad y sin personalidad, y Iaakov al dirigirse a Laban le dice: “Cuando haré yo también para mi hogar" (Bereshit XXX, 30). Este es el problema de la Diáspora en general, Iaakov no pudo construir su hogar, pués éste al igual que la Sucá, símbolo del Galut, no podrá subsistir. El peor augurio de los profetas ha sido siempre: "Y extraños comeran los frutos de tu labor”, y este augurio se ha convertido en la Diáspora, en triste realidad. El pueblo no trabaja para sí, sino para los extraños que se volverán contra él tarde o temprano.

"Y aún cuando lo martirizaban, multiplicábase y aumentaba" (Shemot I, 12), El pueblo judío subsistió a pesar del Galut y del antisemitismo que trataban por todos los medios de ahogarlo y destruirlo, y así vemos a Iaakov, aún en medio de las persecuciones de Laban, bendito por Ds’.

Iaakov abandona Aram e Israel-Egipto. Pero inmediatamente los persigue aquí, Laban y allí el Faraón, pero el Señor los salva de ambos, y Iaakov e Israel llegan a Eretz.

"Vaishlaj": Y Iaakov envió sus hombres ante él a su hermano Esav, a la tierra de Seir, los campos de Edom" (XXXII, 4).

Iaakov retorna a Eretz Israel, en aquel entonces la tierra de Canaán, y ante su llegada manda sus enviados a reconciliarse con su hermano Esav para que olvide los sucesos de la primogenitura. Lo realmente trascendental eran las bendiciones que el Señor había depositado en Abraham e Itzjak y no las riquezas, y solamente él las merecía.

Los actos de Iaakov, como nos muestra la Akedat Itzjak, fueron una protesta contra la primogenitura moral. El verdadero heredero de la Tradición no debía ser el mayor, sino el que las merece y las hereda por naturaleza, y no por convenciones sociales o de otra especie.

Y en las bendiciones de Iaakov vemos cómo al ver que Rubén por sus actos no merecía la "primogenitura", se la entrega a Iosef y Ieuda, y otro tanto sucede con los hijos de Iosef, a quienes, Iaakov bendice, primero a Efraím y luego a Menashe, es decir invierte el orden natural, ya que Menashe era el primogénito. Ni Esav, ni Ishmael, fueron los patriarcas de Israel. Grandes pueblos, es cierto habrían de salir de ellos, más no el pueblo elegido, el “Reino de los Sacerdotes y la Nación Sacra": Mamlejet Kohanim Vegoi Kadosh".

Esta es la idea que expresa Rashi al analizar los versículos bíblicos. Entre las palabras de Iaakov oímos:

“ויהי לי שור וחמור צאן ועבד ושפחה"

"Y he tenido toros, asnos y ganado, siervos y siervas"

A lo que Rashi comenta:

“אבא אמר לי מטל השמים ומשמני הארץ, זו אינה לא מן השמים ולא מן הארץ"

"Nuestro padre me ha dicho, del rocío del cielo y la fertilidad de la tierra", más estos (el ganado, los siervos, etc.) no son ni del cielo ni de la tierra".

Aquí se halla expresada la idea que hemos desarrollado antes. Estas dos formas de riquezas son características de dos civilizaciones. El ganado, los pastores nos muestran una sociedad nómade. "El rocío del cielo y la fertilidad de la tierra", por el contrario, un pueblo sedentario unido a su tierra y a su cielo. Iaakov llegaba no con tierra, ni propiedades, sino únicamente con lo que pudo salvar de la Diáspora, los maltrechos restos de sus esfuerzos. Sin embargo Iaakov sobrepeso todo. Si la “primogenitura” significaba el honor, la dignidad, el orgullo, vemos aquí a Iaakov prosternándose ante Esav, y si significaba riquezas, que era lo que tenía, en comparación con su hermano que lo tenía todo, pues tenía su tierra? Sin embargo Iaakov sobrepeso todo por su "primogenitura", pues su Bejora, significaba la continuidad de la cadena forjada por Abraham e Itzjak sus antepasados. Y esta su misión Iaakov no olvidó jamás. Sus primeras palabras a Esav son:

 

"עם לבן גרתי"

 

Lo cual agrega Rashi    

“ותריג מצוות שמרתי"

“Y las Tariag (613) Mitzvot observé". Los términos Garti y Tariag, son en hebreo casi idénticos, se pueden obtener por una simple trasposición de letras. Y aprovechando esta singularidad lingüística, Rashi nos expresa esa magna idea. El que Iaakov había vivido con Laban no significó para él la asimilación. El mismo término Garti viene de Ger, "extranjero en contraposición a Toshav que significa "radicado” o "naturalizado".

La vida de Iaakov con Laban, fue vida de "extraños”, como lo puede ser de aquel que esperaba la realización de la promesa divina del retorno a Israel. Y la verdadera vida nacional, la verdadera nacionalidad, no es otra que la de los Tariag Mitzvot.

Si se quiere conservar la individualidad, si se quiere luchar contra la asimilación y la muerte moral, en fin si se desea el "Garti", no existe otra senda que la del "Tariag” la senda de los preceptos y la Torá. Y Iaakov consciente de ello lo realiza. Iaakov vuelve pués a Israel.

"Vaishlaj” y Iaakov envió sus hombres a Esav. Iaakov quiere reconciliarse con Esav y busca firmar con él un tratado de paz. Nuestros patriarcas son el símbolo máximo del bien, pero no por ello dejaron sus actos de estar bajo la crítica de la moral judía, y su magnitud no los eximió de los errores que pudieron haber realizado. Uno de ellos es según los Jajamim del Midrash citado por el Ramban estos actos de Iaakov.

Los Jajamim del Midrash nos dicen "Y díjole el Señor: él (Esav) su camino seguía y tú envías ante él y le dices: "Así dice tu siervo Iaakov..."? Iaakov según estos sabios del Midrash no debía haberse indignado ante Esav. Adoptar una postura conciliatoria, si! pero, "si él seguía su camino" unirse a la maldad, sellar "pactos con el demonio" eso nunca! Y el Ramban agrega que ésto en cierta manera nos indica también la posición judía en los tiempos del Segundo Templo al concertar un pacto de amistad con Roma, bajo la cual habría de ser Iehuda subyugada y destruida. "No se debe pactar con el mal", este es un principio que repetidas veces podríamos notar en la Torá y el Talmud.

El "Baal Haturim", nos indica que la Mesorá sobre la Torá, la Tradición oral, nos indica que solo dos veces se halla la expresión "Garti" y que a más de significar "viví", significa también "temí”. La segunda expresión es: "Ay de mí que he temido" (120, 5). El y sus hijos habrían de ser Gerim por eso su "Garti", su temor, a pesar de la promesa divina: Estaré contigo y te cuidare”.

El Rashbam nos muestra que la Akedat Itzjak es inmediata posterior al pacto de Abraham con Abimelej pacto de paz por la tierra que Ds' había prometido a Abraham y a sus hijos.

Todos estos detalles nos muestran por sobre todo que una de las principales ideas de la Torá es el principio de la independencia del pueblo y la nación. Los profetas en los amargos días en que el mundo estaba dividido en dos grandes y antagónicos bloques: el de Egipto y Asiria, los profetas proclamaban la total independencia.

"Para que os dirigís a Egipto a tomar de las aguas del Nilo o a Asiria a las aguas del Éufrates". Las aguas del Éufrates y del Nilo, ambas no podían satisfacer las exigencias del profetismo, y por ello el Jordán debía ser independiente y no convertirse en el afluente de ningún otro río por grande y poderoso que este fuese. Las aguas del Jordán deberán seguir tempestuosas, incontroladas, peligrosas, pero libres.

Han perdido estas palabras su actualidad?

La epopeya de Iaakov tiene sin embargo un fin feliz. Los hermanos se reconcilian, Esav  vuelve a Seir (Edom) y Iaakov se establece en Israel. Esav invita a Iaakov a que se vaya con él a su tierra, pero éste elude su invitación y lo abandona. Iaakov y Esav no pueden vivir juntos. Son dos distintos caracteres, dos peculiaridades, dos contenidos distintos y contradictorios que pueden vivir en paz, pero que deben vivir independientes.

En su presente a Esav, Iaakov le envía de todo lo que posee, más una cosa no: "siervos y siervas". En la detallada lista del presente, estos faltan por completo, y esta falta no es casual. Iaakov que se desprendería de todo lo que tiene, no abandonaría a sus hombres, pues entregarlos a Esav significaría para ellos la muerte moral y espiritual. Este significativo detalle nos indica todo el problema que separa a los dos pueblos y a las dos ideas.

Hubo utopías que soñaban con "estados binacionales" donde los descendientes de Esav y Iaakov vivieran juntos en armonía y unidos eternamente. Es la antigua proposición de Esav: “vayamos y construyamos junto un hogar”. Iaakov lo elude, problemas económicos, su ganado es joven y débil y si lo apuraran para ir al paso de Esav y sus hombres morirá pronto y se perderá. Existen dificultades económicas grandes. Pero una sobre todo, una es la principal causa. Escuchemos a Iaakov una pequeña expresión aislada y casi sin sentido: “Los niños son pequeños" (XXXIII, 13).

Permítasenos hacer una digresión y salir del sentido literal, pero he aquí el motivo y la causa suprema. La futura generación y la educación del futuro. La vida con Esav significa la asimilación y la pérdida de los valores espirituales del pueblo, y si nociva iba a ser esta influencia sobre el pueblo, sobre la generación ya consciente fatal habría de ser sobre la futura generación, el futuro del pueblo. "Los niños son pequeños".

Y por ellos y para ellos debo buscar mi camino independiente. Si quiero construir mi vida, y busco la supervivencia del espíritu, esto debe ser independiente de Esav y de sus influencias.

Solo el Iaakov independiente y que vive de acuerdo a su espíritu es el verdadero Israel.

 

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