Cerca de un tercio de todas las Haftarot (las porciones de los profetas que leemos en Shabat, tras la lectura de la Parashá de la semana) fueron tomadas del libro de Yeshaiahu. La mayoría de ellas provienen de su sección de consuelo. A partir de ello aprendemos que es preferible que un líder y guía en Israel sea moderado en palabras de reproche y crítica, y abundante en palabras de consuelo y acercamiento.
La división de capítulos realizada por no judíos, no es adecuada en estos capítulos para la tradición de la lectura del pueblo de Israel. Los tres capítulos, 54-56, contienen tres Haftarot en diferentes cortes: "Roní Akará" (capítulo 54, versículos 1-10), "Aniá Soará" (capítulo 54, versículo 11 – capítulo 55, versículo 5) y "Dirshú Hashem Behimotzo" (capítulo 55, versículo 6 – capítulo 57, versículo 8).
"Roní Akará" y "Aniá Soará" son dos de las siete Haftarot de consuelo que se leen en los días Shabat del verano, entre Tishá BeAv y Rosh Hashaná (en orden inverso a su aparición en el Tanaj: "Aniá Soará" para la parashá de Reé y "Roní Akará" para la parashá de Ki Tetzé). "Dirshu Hashem Behimatzo" es la Haftará que se lee en Minjá, la plegaria de la tarde en un ayuno público. La selección de las Haftarot también da cuenta del enfoque de su contenido: "Roní Akará" y "Aniá Soará" son profecías de consuelo, y "Dirshú" es una Haftará de arrepentimiento adecuada para un día de ayuno.
"Roní Akará" (y según la costumbre ashkenazí también "Aniá Soará", en secuencia), es también la Haftará de la parashá de Noaj, pero por otra razón: se menciona en ella "las aguas de Noaj", el diluvio. En la lectura de la Haftará en la parashá de Noaj, la mirada se dirige a la promesa de Dios a Noaj de que no habría más diluvio sobre la tierra, mientras que en la lectura de la secuencia de consuelos, el énfasis está en la promesa paralela de mantener el pacto entre Dios y su pueblo: "Pues esto para Mí es semejante a las aguas de Noaj: porque de la manera que juré que las aguas de Noaj no hayan de pasar sobre la tierra, asimismo he jurado que no Me airaré más contra ti, ni te reprenderé". (capítulo 54, versículos 9-10).
El profeta Yeshaiau es el mayor proveedor de Haftarot en el Tanaj. Cerca de un tercio de todas las Haftarot fueron tomadas del libro de Yeshaiahu. La mayoría provienen de su sección de consuelo, desde el capítulo 40 en adelante. Por ejemplo, en los días Shabat de verano, durante los días de Bein Hametzarim (las tres semanas entre el ayuno del 17 de Tamuz y el de Tishá BeAv), se leen tres Haftarot de calamidad: dos de Irmiahu y una, cerca de Tisha BeAv: "La visión de Yeshaiahu". Después vienen siete Haftarot de consuelo, más del doble de consuelos que de calamidades, todas de Yeshaiahu. Yeshaiahu tuvo el mérito de establecerse como el profeta del consuelo. Quien ve [el libro de] Yeshaiahu en un sueño – esperará consuelo (Berajot 57b). En el Talmud (Baba Batra 14b), se le considera un profeta "todo consuelo", a diferencia de Irmiahu, considerado "todo destrucción", y Yejezkel, "su principio destrucción y su final consuelo". Esto, a pesar de que hay capítulos de reprimenda y calamidad en Yeshaiahu y, por el contrario, maravillosas consolaciones en la profecía de Irmiahu.
Los Sabios (Yalkut Shimoni Yeshaiahu 343) explicaron que Yeshaiahu tuvo el mérito de ser el mayor profeta de consuelo porque se ofreció voluntario para su misión profética diciendo "Aquí estoy yo, envíame envíame a mí" (Yeshaiahu 6), mientras que los otros profetas retrocedieron ante la pesada carga y no estaban ansiosos por asumirla. El Baal Shem Tov dedujo de esto una guía práctica, que la mayoría de sus seguidores en el mundo jasídico adoptaron: "Apártate del mal y haz el bien, busca la paz y persíguela", es preferible que un líder y guía en Israel sea moderado en palabras de reproche y crítica, y abundante en palabras de consuelo y acercamiento. No solo este camino es más agradable y acogedor, sino que también sus beneficios educativos y logros espirituales son mayores.
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