La educación del pueblo de Israel de cara al ingreso a la tierra es la misión trascendental en la vida de Moshé. La guerra contra Midian es la última actividad educativa que él debe emprender antes de su muerte.
Dios le ordena a Moshé vengarse de los midianitas y entonces después morir. El significado de ello es que esta guerra no sólo que es apropiada para Moshé, sino que esta guerra es imperiosa para él a fin de cumplir su función en la tierra. Esto es lo último que debe realizar para cumplir su objetivo. El mandamiento así formulado, lo alienta a Moshé para comprender el objetivo de la guerra en términos de la misión de su vida, y no sólo en términos del avance y progreso de la historia del pueblo de Israel en forma general.
Desde la perspectiva del castigo a los midianitas, es posible que el cargo resulte más apropiado para Pinjás que para Moshé, ya que el rol histórico de Pinjás, es el de vengarse de los enemigos de Dios, en particular, de los midianitas. Si Dios le otorgó este cargo a Moshé, tal como se desprende del vínculo realizado entre el cumplimiento de dicha misión con la muerte de Moshé, debe haber alguna razón vinculada a la misión de Moshé, la cual no es-en particular-la venganza contra los enemigos de Dios.
Moshé entiende que su misión es la de preparar al pueblo de Israel para el ingreso a la tierra de Israel, ser el pueblo que recibió la Torá y ser digno de heredar la tierra de Dios. En este contexto determinado, hubo una tremenda derrota, tanto del pueblo como de Moshé, unos días antes de ello. Cuando se toparon con la cultura local, una cultura de paganismo y más aún, de prostitución, el pueblo abandonó los cuarenta años de entrenamiento y cayó en una celebración de corrupción. Moshé, en ese mismo momento, no sabía qué hacer, y sólo Pinjás, el celoso solitario, salvó la situación. “La venganza de Dios”, cuya ejecución le fue ordenada a Moshé, incluye, por lo menos en todo lo concerniente a Moshé, un componente de inmunidad del pueblo ante la contaminación que habrá de encontrar al cruzar el Iardén y su encuentro con la población del lugar. Por consiguiente, hay aquí una doble función, encomendada a dos personas diferentes. Pinjás se encarga de castigar a Midián; Moshé se ocupa de modificar la actitud del pueblo de Israel hacia la prostitución y el glamour de la sociedad corrupta en la tierra de Kenaan.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".