La consecuencia-rendición religiosa y destrucción

La consecuencia-rendición religiosa y destrucción

 

Ajaz fue demasiado lejos en el ámbito religioso en un intento por complacer a Ashur, mientras que Pekaj y Retzin, y luego también Hoshea, el hijo de Elá, se rebelaron ciegamente contra Ashur. Los dos “partidos” y las guerras civiles condujeron a la rendición religiosa, por un lado, y a la destrucción, por el otro

Zejariá, el hijo de Yarovam fue asesinado por Shalum, el hijo de Yavesh (Yavesh Guilad) después de sesis meses (Capítulo 15, versículo 10). Shalum, el hijo de Yavesh (de Guilad) fue asesinado por Menajem, el hijo de Gadi (de Tirtzá), tras un mes (Capítulo 15, versículo 14). La cruel tiranía de Menajem, el hijo de Gadi, diez años (Capítulo 15, versículos 16, 20). Los príncipes de Iehudá tomaron la iniciativa de una campaña de venganza contra Israel aprovechando su debilidad, como es relatado en la profecía de Hoshea-“ ¡Toquen el cuerno en Guivá, la trompeta en Ramá!... Efraim será una desolación... Los príncipes de Iehudá son parecidos a los que remueven los mojones...”(Hoshea, capítulo 5, versículos 8-10). Pekajia el hijo de Menajem fue asesinado por Pekaj el hijo de Remaliahu, con el apoyo de los Guiladim, después de dos años (Capítulo 15, versículo 25).

Ajaz sacó conclusiones-soborno y rendición total a Ashur, la potencia (capítulo 16, versículos 7-8), y acorde a ese principio, llevó a cabo cambios en la Casa de Dios, y abrió Ierushalaim a rituales paganos. Pekaj, el hijo de Remaliahu condujo a una guerra civil contra Iehudá en el marco del pacto con Retzin, el rey de Aram, en contra de Ashur (Divrei Haiamim II, capítulo 28, versículos 6- 8).

Los asirios reprimieron la rebelión y a Retzin (Capítulo 16, versículo 9), y convirtieron a Damesek en provincia asiria. Pekaj fue abatido por Hoshea, el hijo de Elá (capítulo 15, versículos 29-30), aparentemente, con el apoyo de los asirios. Hoshea el hijo de Elá se rebeló contra Ashur (tal vez, por la presión de los principes), fue eliminado por los asirios, y Shomrón fue destruída (capítulo 17, versículos 3-6). Decenas de miles fueron exiliados, y decenas de miles huyeron.

¿Acaso había cierta probabilidad de sobrevivir frente a la potencia asiria, hasta que ésta se debilitara y cayera en su momento? Definitivamente, sí-los asirios exigieron enérgicamente los impuestos y la rendición. Destruyeron y exiliaron solo a las ciudades y a los reinos que se rebelaron. No exigían a los reyes que pagaban tributo y se rindieron, que adoraran a sus dioses.

Ajaz fue demasiado lejos en el ámbito religioso en un intento por complacer a Ashur, mientras que Pekaj y Retzin, y luego también Hoshea, el hijo de Elá, se rebelaron ciegamente contra Ashur. Los dos “partidos” y las guerras civiles condujeron a la rendición religiosa, por un lado, y a la destrucción, por el otro. 
Cortesía sitio 929

 

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