Y vinieron los de corazón generoso y trajeron las ofrendas para el Eterno para la obra del tabernáculo, para todo su servicio y para las vestimentas sagradas. Tanto hombres como mujeres, todos de corazón generoso, trajeron broches aros sortijas y brazaletes y otros objetos de oro para el Eterno. Y todo varón que tenía telas teñidas de celeste, purpura o carmesí o lino fino, pelo de cabra o cuero de carnero tenido de rojo, los trajeron.
También presentaron al Eterno, ofrendas de plata y de cobre bruñido, como así mismo madera de acacia para las obras del servicio. Y toda mujer de mano hábil, hilaba tejidos teñidos de celeste, purpura y carmesí y también de lino. Todas las mujeres de corazón sabio hilaban el pelo de cabra.
Y los príncipes trajeron piedras de ónix y las piedras de los engarces para el efod y para el pectoral. También trajeron especias, aceite para las luminarias y para el oleo de la unción e incienso. Todo hombre y toda mujer de corazón dispuesto trajeron sus ofrendas para contribuir a la obra que el Eterno había ordenado a Moshé.
Las dos últimas parashiot del libro Shemot, vuelven a repetir toda la labor para instaurar el tabernáculo y cómo todo fue hecho tal como fue encomendado.
La pregunta que surge es: ¿Para qué repite todo nuevamente?
Las parashiot Vaiakehel y Pekude es toda una repetición de las parashiot Teruma Tetzave.
¿Por qué no obviar repetir todo y simplemente decir que hicieron todo tal como lo dijo Moshé?
El verbo “Y trajeron” aparece diez veces, es la palabra que más se repite en el texto. La importancia de recalcar esta actitud dadivosa del pueblo es para demostrar el cambio que experimentó el pueblo, así como cuando fue el episodio del becerro de oro, dice que todos trajeron sus joyas para hacer el becerro, ahora ya enmiendan eso, pues esa actitud la encaminan hacia algo más elevado. Ahora lo traen para el Santuario, para Dios y no para la idolatría.
Cuatro veces dice que fueron todas las mujeres las que trajeron los donativos para hacer el santuario, dos veces dice que todos los hombres trajeron y una vez dice que todos los líderes trajeron. Vemos dos puntos claros: primero que todos participan, segundo: las mujeres son las que más sobresalen.
Si analizamos cuál fue el sentimiento que se escondía detrás de la actitud de dar, la Torá dice que fue con “corazón generoso” luego dice “corazón dispuesto” y por último con “espíritu virtuoso”. Es decir, que dan mucho, pero no por algún interés mezquino o para remediar algo, sino que lo hacen de todo corazón.
En el versículo 21 dice que trajeron todo lo necesario para su servicio, en 36:3 dice: tomaron todas las ofrendas” En conclusión, hemos visto que todos traen, mujeres, hombres y líderes, y aquí nos recalca que trajeron todo lo que fue necesario, Vemos que todos hacen todo y para todos los aspectos del tabernáculo. Todos participan en todo. Debemos recordar que esto fue hecho sin estar obligados, sino que fue por motus propio, lo que cada uno quiso. Es tanto lo que traen, que Moshé debió dar la orden de que no traigan más.
En total aparece 39 veces el verbo “Hacer” tal como las 39 melajot de Shabbat. (De aquí la idea de que las 39 tareas prohibidas de realizar en Shabbat tienen que ver con las 39 tareas que eran necesarias para la construcción del tabernáculo)
Características importantes que nos recalca cuando nos dice cómo fue hecho el Mishkan:
Nos dice que eran todos de corazón sabio. No se trata solo del aspecto sentimental, en donde todos estarían dispuestos a contribuir y participar pero sin un orden, en donde todos traen lo que quieren y se amontona todo en cualquier sitio; sino que nos recalca que lo hicieron con sabiduría, saben cómo construir, dónde poner cada cosa, cómo hermosearlo más, etc.
En el capítulo 39 está escrito tres veces seguidas “Tal como Dios lo ordenó” es decir, se podía correr el riesgo de que ante tanto entusiasmo, cada uno haga las cosas como se le ocurriera, pero en realidad, las cosas no fueron así, sino que a pesar del fervor, había gente sabia que era la encargada de hacer todo tal como Dios lo dispuso y esto nos habla de la obediencia y sometimiento absoluto a Moshé y lo que Dios le había encomendado. Aquí el artista no ponía nada de sí mismo, sino que todo lo que hizo era exacto lo que Moshé dijo. Muchas veces en el fervor por hacer las cosas, se hace por demás y eso luego en definitiva es negativo.
Luego nos dijo que el kior, es decir, la fuente de donde los cohanim sacaban agua para lavarse, estaba hecha de los espejos de las mujeres que se reunían en la puerta del tabernáculo. Esto, según Rashí, nos habla del nivel de las mujeres, que donaron lo más precioso que tenían. Estos espejos eran los que utilizaban en Egipto cuando los hombres volvían a sus casas agotados y deprimidos, frente a esos espejos, las mujeres se arreglaban para conquistar a sus maridos y poder tener más hijos.
El comentarista Ibn Ezra dice que entregaron su adorno más preciado con el cual se hermoseaban, y lo cedieron para el servicio Divino, es decir renunciaron a su hermosura para embellecer el tabernáculo.
No se trataba de mujeres sencillas, eran aquellas que estaban cercanas a lo espiritual. Por eso nos especifica que eran de las que se reunían en la puerta del tabernáculo.
¿Cuál fue la intención de toda esa gente que donaba?
Todo este párrafo comienza con las palabras: “ofrendas para el Eterno” y termina diciendo: “Donación para el Eterno” y en el medio también Versículos 35:21-22-24-29 repite que era para Dios. Es decir, todo lo que hacían era en honor a Dios, no por un interés propio.
Con respecto a los utensilios, dice que fueron hechos, pero con respecto al arca, dice específicamente que fue hecho por Betzalel, esto es así porque el arca representa el trono celestial, y se ubicaba en el sitio más sagrado, es por eso que debe ser realizado directamente por la persona más experta y ese era Betzalel que era nieto de Hur, que fue el que dejó Moshé junto a Aarón cuando subió al monte Sinai y que según el Midrash fue muerto cuando quiso oponerse a la realización del becerro de oro. Por ser que él se mantuvo firme en contra de la idolatría, entonces su nieto fue el que construyó el arca del pacto, en el lugar más sagrado. De esta manera podemos estar seguros que la intención de quien lo hizo es la más correcta.
Un solo utensilio fue hecho una sola vez, el arca. Los demás, fueron vueltos a hacer en el segundo templo, pero el arca no, es por eso que nos recalca por quién fue hecho.
De todo esto podemos deducir:
• Tenemos ahora un pueblo mucho más maduro y elevado que aquel que cometió el pecado del becerro.
• Vemos el arrepentimiento y cómo se corrigió el pueblo.
• Hay varios versículos parecidos que figuran con el becerro de oro y ahora con el tabernáculo, lo cual nos refleja que el tabernáculo fue la expiación de ese pecado.
• Dice con el becerro que se reunió todo el pueblo para hacer el becerro y ahora dice que se reunió todo el pueblo para hacer el tabernáculo.
• Con el becerro dice muchas veces: Todo el pueblo y aquí también.
• Con el becerro dice una vez que hicieron dioses de fundición y aquí dice 39 veces que hicieron las cosas para el tabernáculo.
• Allí llevaron sus aros para la idolatría, aquí traen todas sus alhajas y joyas para el tabernáculo.
• Allí dice que habían hecho una fiesta y se levantaron a juguetear (probablemente es un lenguaje limpio para referirse a promiscuidades) y aquí nos dice que las mujeres entregaron sus espejos para el servicio a Dios. Es decir la pasión aquí no juega el papel central.
De todo esto vemos que no se trata de repetir una y otra vez las cosas, sino que nos revelan detalles de la situación del pueblo, la intención, la devoción y el espíritu con el que fue hecho el tabernáculo.
A la creación del mundo la Torá le dedicó 31 versículos. A la realización del tabernáculo le dedicó más de 400 versículos. Esto nos habla de que el tabernáculo es el objetivo de la creación, pues el tabernáculo representa el servicio y apego a Dios.