En las postrimerías de su vida, Moshé le otorga a cada tribu una bendición adecuada, mientras que el pueblo de Israel todo, recibe de Moshé la bendición de los patriarcas: la bendición de la tierra y el pacto con Dios, la bendición de abundancia económica y la victoria sobre sus enemigos, y también la bendición de crecimiento. Resulta apropiado que la Torá concluya con esta bendición, que fue iniciada por Dios, la continuaron los patriarcas y Moshé termina con ella.
Lo último que Moshé hace en su vida es la bendición a Israel, antes de su muerte. Moshé, el gran líder, abandona a su pueblo, y el hecho más natural es que Moshé los bendecirá antes de su muerte. En la Torá encontramos que los patriarcas bendicen a sus hijos antes de morir; a pesar de que Moshé no es el padre de Israel, su liderazgo fue prácticamente como una paternidad (Bamidbar capítulo 11, versículo 12)
Y en efecto, Moshé es el líder-padre, que atravesó con el pueblo de Israel el proceso de “su nacimiento” (en la salida de Egipto) y su desarrollo (durante la travesía por el desierto), hasta constituirse como un pueblo maduro capacitado para ingresar a su tierra y ser independiente. Por consiguiente, Moshé bendice a Israel antes de su muerte como un padre que bendice a sus hijos, antes de su fallecimiento. Al igual que un padre que conoce la personalidad de cada hijo, y adapta su bendición en forma personal para cada hijo, así también Moshé conoce a las tribus de Israel en sus cualidades y características singulares, e incluso avizora el futuro de ellas (como profeta) y le dedica a cada una de ellas la bendición adecuada.
Sin embargo, la bendición no es solamente una despedida personal de Moshé de su pueblo: el último acto de Moshé es la última acción en la Torá, o sea, la bendición es la culminación de la Torá. Tal como la Torá no es el “libro de Moshé”, como otros libros de profecías, sino que es la Torá de Dios, así también las bendiciones de Moshé a Israel, que concluyen la Torá, son las últimas palabras de la Torá a los hijos de Israel
Antes de su muerte, Moshé continúa la tradición de los patriarcas de bendecir a sus hijos. No obstante, a diferencia de Iaacov, las palabras de Moshé dirigidas a todo el pueblo son definidas como “bendición”, y en su bendición a varias de las tribus, fue expresamente pronunciado el vocablo “bendición” (Versículos 1, 11, 13, 20, 23, 24).
Moshé bendice a cada tribu con una bendición en particular, pero cuando contemplamos todas las bendiciones, se puede observar que las mismas incluyen los tres componentes de la bendición de los patriarcas: la bendición de crecimiento, la bendición de la tierra, y el pacto con Dios. También la bendición de abundancia económica, que Iaacov recibió de Itzjak, le es transmitida a las tribus de Israel, de modo que Moshé le transmite a las tribus de Israel, la bendición de los patriarcas.
Es apropiado y adecuado que la Torá culmine con esta bendición, que fue introducida por Dios, continuada por los patriarcas, y Moshé termina con ella.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"