La Torá reitera varias veces la cuestión del aprestamiento del pueblo de Israel en el campamento. En nuestro capítulo, ella describe el campamento de los hijos de Leví y sus familias. ¿Por qué la Torá vio la necesidad de extenderse tanto en esta cuestión y detallarla varias veces? Esto tiene lugar por la importancia de la preservación del orden.
Rabí Ierujam cita una parábola que solía expresar Rabí Simja Zisel, a fin de explicar la importancia del orden:
El orden es similar al nudo en una cadena de perlas, donde a pesar de que lo importante son las perlas, y el nexo entre ellas en la cadena es realmente sólo algo marginal, pero de todos modos si desataran ese nudo, todas las perlas caerían al piso, así es la cuestión del orden, el orden es el que cuida todo lo bueno que hay en el mundo, a pesar de que en sí mismo no es más que algo marginal. Si el ser humano es ordenado, pues la Torá y la plegaria y todos sus preceptos están preservados y mantienen su vigencia, y en caso contrario, Dios libre y guarde, todas las perlas caerán al piso. El hombre debe levantarse de su descanso en un tiempo establecido, orar en un tiempo establecido, comenzar su estudio a una hora determinada, y también al cesar su estudio debe hacerlo a una hora precisa. Una evidencia adicional para la condición indispensable del orden es citada por Rabí Ierujam del mundo de la naturaleza que es dirigido y ordenado con un orden y precisión maravillosos:
Toda la creación se conduce con un notable orden, si algún elemento llegara a modificar un ápice su tiempo, el mundo se destruiría de inmediato, si el sol brilla unos instantes antes, de inmediato tendrían lugar trágicas destrucciones Dios libre y guarde…el orden es un elemento del cual todo depende, y sin él nada podrá existir…el orden es una de las cualidades más elevadas, y es prácticamente la corona de todas las cualidades.
Después de todos nuestros conceptos, comprenderemos que el hecho por el cual la Torá enfatizó tanto la cuestión del orden de las banderas, y el que quiera saber la gravedad del castigo por anular los órdenes, que reflexione sobre lo que hemos estudiado acerca de que el poeta que desempeñó la función de guardián, de protector, es merecedor de muerte (Arajin página 11) porque transgredió la ley del orden.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".