La lucha de Nejemiá

La lucha de Nejemiá

Nejemiá comprende la dimensión de la lucha que está librando. En esta lucha, no recibirá ningún reconocimiento, no del liderazgo religioso ni de los simples integrantes del pueblo.

Nejemiá estuvo en Iehudá doce años, y toda su obra colapsó ene un año en el cual él estuvo ausente. El Cohen Gadol, Sumo Sacerdote, Eliashiv estableció vínculos familiares con el gobernador amonita Tobiá y con el joroní Sanbalat. Es de suponer que tenía excelentes fundamentos para ello.

Se puede reconocer un fundamento que seguramente fue planteado como discusión-el antecedente del rey Shlomó. El rey Shlomó se casó con muchas mujeres no judías. Eliashiv, el Cohen Gadol, argumentó que aquello que era adecuado para el gran rey del reino unificado, es también apropiado para él. Nejemiá se ve forzado a afrontar el argumento de Eliashiv y decir que los pecados de Shlomó, son la evidencia de que está prohibido contraer enlace con mujeres no judías.

Si revisamos exhaustivamente los versículos de la Torá, veremos que no surge una  clara prohibición de casarse con mujeres de Ashdod. Hay una prohibición de casarse con una mujer de los siete pueblos. Hay una prohibición de no hacerlo con un amonita y moabita, un egipcio y un edomita, Y no hay una prohibición explicita de casarse con una mujer de Ashdod.

Incluso, los versículos que aluden al cuidado del Shabat, hacen referencia al cese de actividades agrícolas y no refieren explícitamente al comercio. Aparentemente, muchos de los hijos de Ieehudá pensaban que no era necesario prohibir el comercio en Shabat.

Nejemiá actúa, tal como lo instruye la Torá Oral. No lee los versículos en su sentido acotado, sino que amplía los versículos y prohíbe el comercio en Shabat y los casamientos con todo aquel que no sea judío. Dichas acciones de Nejemiá fueron duramente resistidas, tanto por el público en general como por el liderazgo religioso, representado por el Cohen Gadol, el Sumo Sacerdote.

Nejemiá comprende la dimensión de la lucha que está librando. En esta lucha, no recibirá ningún reconocimiento, no del liderazgo religioso ni de los simples integrantes del pueblo. Y por consiguiente, el líder solitario se dirige a su Dios y finaliza diciendo “Acuérdate de mí, Dios mío, para bien”. En el transcurso de los años, Ezrá ha moldeado nuestro mundo judío, más que cualquier otro líder.

Gentileza sitio 929.

 

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