”Y aconteció que cuando el Señor iba a hacer que Eliahu subiese en un torbellino al Cielo” (Melajim II capítulo 2, versículo 1)
Sabemos que al alejarse un hombre justo de este mundo al mundo superior, aunque sea a través de la muerte, se le agrega una calidad de santidad, de abundancia Divina que es exaltada sobre él desde el cielo...y también ahora, a partir de la partida de Eliahu se multiplicará la calidad de su santidad para ascender al cielo con su espíritu y su cadáver, ya que no hay duda alguna de que su calidad se multiplica mucho, antes de ascender por segunda vez...
Ya que he aquí que al hallarse en el mundo un hombre profeta con un elevado poder de profecía, su luz se propagará en el mundo hasta que se hallen muchos profetas en su generación, ya que hasta que llegó Shmuel, “la palabra de Dios escaseaba en el mundo” (Shmuel I, capítulo 3, versículo 1), y a través de la grandiosidad de su santidad y la fuerza de su profecía, se expandió la palabra de Dios en el mundo y hubo profetas en todas partes, y de este modo, en la generación de Ajiá el Shiloní y Eliahu, al percibirse un aumento de la impureza en el mundo debido al paganismo, se multiplicaron los profetas, ya que incluso tras la eiminación de profetas por parte de Izével, quedaron cien profetas de Dios, que Ovadiá los distribuía de a cincuenta en las cuevas hasta la aparición de Rabí Shimón Bar Iojai, que se abrió como un manantial que expandió la verdadera sabiduría por el mundo, hasta encontrarla incluso entre los bebés como se publica en el libro Zohar. Y ahora, al ascender Eliahu al cielo, el mundo quedaba desierto de profecía, si es que no era reemplazado por Elishá.
Alshej: Rabí Moshé Alshej (1507-1600), nació en Adrianópolis y estudió con el Rabí Iosef Caro. Emigró a Israel y se asentó en Tzfat (Safed), donde se desempeñó como Juez, dictaminador de la Ley Judía y líder de dos academias rabínicas. Su comentario alusivo a la Torá se denomina “Torat Moshé”, y se basa en sus alocuciones.