Los jefes del ejército e incluso todo el pueblo apoyan la revolución de Yehú, debido a que durante el reinado de Yoram hijo de Ajav se registró un significativo deterioro politico y nacional.
A pesar de que Yehú fue asignado para castigar a la Casa de Ajav, él es el rey de Israel que lleva a cabo todas sus actividades en beneficio de su pueblo y a fin de cumplir la palabra de Dios. Desde su juventud, está al servicio de su pueblo como jefe del ejército. El castigo que habrá de traer a Israel, está principalmente relacionado con la Casa de Ajav. No obstante, se le encomienda matar solamente a aquel sobre el que recae el castigo, y no tiene la facultad de excederse de este límite. Este rol, a pesar de que representa un acto punitivo en el seno del pueblo de Israel, tiene finalmente el propósito de hacerle bien al pueblo y alejar del mismo una Casa real corrupta, que provocó destrucción en Israel y muchos otros males que recibieron por ello.
La remoción de la Casa de Ajav de la realeza, no representa solo un interés religioso-profético, sino que aparentemente también sea compatible con el interés nacional común, como es percibido por los jefes de ejército y sus soldados. De lo contrario, resulta difícil explicar el apoyo inmediato y entusiasta logrado por Yehú de todos sus compañeros jefes de ejército, y su éxito increíble y rápido en la rebelión que le permitió a Yehú acceder al trono, sin una guerra civil ni un derramamiento de sangre innecesario.
Parece que había en el pueblo y en el ejército una insatisfacción general del gobierno de Yoram, el hijo de Ajav. Era una época de decadencia nacional, desde todos los aspectos (esto, en contraste con los logros alcanzados por Omrí y Ajav, los antepasados de Yoram). Desce la perspectiva política y militar, durante el período de Yoram, los Moavitas se liberaron del yugo de Israel y Yoram fracasó en su intento de resituir su dominio sobre Moav; los arameos se impusieron durante todo el período de su reinado, y no escuchamos acerca de alguna victoria israelita sobre los arameos (solo sobre algunos rescates por un tiempo). Durante el reinado de Yoram hubo una gran hambruna en el país, y la misma provocó serias dificultades económicas en el reino. El propio Yoram se refleja como una persona inexpresiva, carente de la capacidad de liderazgo: tiende a quebrarse en situaciones límite y se refleja como impotente para salir de las mismas.
Yoram se mantiene a imagen de sus antepasados Omrí y Ajav, y durante el período de su reinado se puso de manifiesto la decadencia de la Casa de Ajav y su declive se hizo evidente. Por lo tanto, los jefes del ejército sostenían que en estos tiempos difíciles, el gobierno debía estar en manos más leales. Yehú les parece un líder más competente y enérgico, digno de heredar el trono de Israel.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.
Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion.