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LA SALVACIÓN DE IOSEF (VS. 1, 23)
En su comentario sobre el versículo 1, Rashi escribe que el copero y el panadero del faraón fueron encarcelados “para que el alivio llegue por su
intermedio a [Iosef,] el justo” (véase Preguntas Clásicas, pág. 287).
Esto, sin embargo, parece contradecir un comentario posterior de Rashi, al final de la Parshá:
Sobre las palabras: “el jefe de los coperos no recordó a Iosef” (v. 23), Rashi comenta: “Por cuanto que Iosef confió en aquel, [el copero,] para que lo recuerde, se vio obligado a estar encerrado por dos años, en el espíritu del versículo: ‘Feliz el hombre que confía en Dios y no se dirigió al arrogante’ (Salmos 40:5), [es decir,] no confió en los egipcios, que son llamados ‘arrogantes’”.
Esto genera una pregunta: si la intención de Dios al enviar al copero y al panadero a estar en prisión con Iosef era “para que el alivio llegue por su intermedio a él”, ¿por qué estuvo mal Iosef al “confiar en [el copero] para que lo recuerde”?
¿Y por qué fue el castigo de Iosef dos años adicionales en prisión?
LA EXPLICACIÓN
Si bien es cierto que Dios envió al copero y al panadero a prisión como un medio para salvar a Iosef, éste, sin embargo, cometió un sutil desacierto respecto del significado de su llegada.
Obviamente, Iosef habría estado muy entusiasmado por haber sido elegido para compartir una celda con dos de los más altos ministros del faraón, y sin duda lo habrá visto como una posible vía para salir de prisión.
El error de Iosef fue que vio su nueva relación con el copero y el panadero como el camino de salida de prisión, en vez de como un medio posible por el cual Dios enviaría la salvación. Por eso Rashi recalca: “Por cuanto que Iosef confió en aquel, [el copero,] para que lo recuerde, se vio obligado a estar encerrado por dos años”. Iosef debería haber confiado directamente en Dios, Quien puede enviar ayuda de cualquier forma posible que pueda imaginarse, en lugar de confiar en lo que él pensó que era la vía de salvación elegida por Dios.
Por supuesto, Iosef no estaba equivocado al intentar encontrar una vía natural, lógica, por la cual Dios podría salvarlo. Él meramente se equivocó en la importancia que le atribuyó a dicha vía, al intentar “escribir el guion” en lugar de Dios. En vez de confiar en Dios para que lo salve por intermedio del copero, Iosef debería haber confiado en que Dios lo salvaría de cualquier forma que Él considerara apta, dándose cuenta al mismo tiempo que había una posibilidad clara de que ello fuera mediante el copero.
DOS AÑOS
En función de lo anterior podemos explicar también por qué Iosef estuvo encarcelado dos años más por su “pecado” de confiar en el copero.
Para aclarar este punto, dirijamos primero la atención a un detalle peculiar en el análisis del sueño del copero por parte de Iosef.
En respuesta a la afirmación del copero que “En la vid había tres zarcillos” (v. 10), Iosef explicó: “los tres zarcillos son tres días” (v. 10). Esto genera una pregunta: ¿cómo supo Iosef que los tres zarcillos representaban tres días, y no tres semanas, o tres meses?
Puede suponerse que Iosef razonó que Dios había enviado al copero para salvarlo inmediatamente. Por eso, interpretó que los tres zarcillos significaban el menor intervalo de tiempo, de tres días.
Este habría sido el caso si Iosef hubiera confiado lo suficiente en Dios.
Pero como se equivocó al atribuir demasiada importancia a la llegada del copero (como se explicó antes), Dios decidió castigarlo siguiendo una interpretación alternativa del sueño: ¡que Iosef sería salvado solo luego de tres años!
Este caso se compara al comentario anterior de Rashi en Parshat Nóaj, que “cuando Dios hizo caer las lluvias, las hizo caer con misericordia, para que si la gente se arrepiente, fueran lluvias de bendición. Como no se arrepintieron, se volvieron diluvio” (Rashi sobre 7:12).
Del mismo modo, en nuestro caso, Dios inicialmente envió al copero para salvar a Iosef, e indicó que la salvación llegaría pronto, en tres días.
Pero como Iosef respondió de forma incorrecta, los tres días se volvieron tres años.
Sin embargo, como no es necesario que un castigo se aplique en forma
completa, Dios redujo la sentencia a dos años y parte de un tercero. Por eso escribe Rashi que Iosef permaneció en prisión dos años más, pues,
de hecho, permaneció allí dos años y unos días que, por la misericordia de Dios, se consideraron como un año entero.
(Basado en Sijat Shabat Parshat Vaiéshev 5743)
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