"Y se dirá en aquel día: He aquí que este es nuestro Dios, en Quien hemos esperado que nos salvase, este es Dios, en Quien hemos esperado, alegrémonos y regocijémonos en Su salvación " (Yeshaiahu 25,9 )
“Y se dirá en aquel día: "¡He aquí, éste es nuestro Dios...”-en el futuro, cuando se les revele la Divinidad. “He aquí que este es nuestro Dios”-lo señala con el dedo.
Y al inicio, en el primer Gran Templo “en Quien hemos esperado”, no quiere decir que la Divinidad se vaya a liberar totalmente del exilio, ya que eso sólo habrá de ocurrir en los tiempos del Mashiaj.
Pero en el segundo “Beit HaMikdash”, el Gran Templo, no fue solamente “que nos salvase”-que Dios vendrá a nosotros y nos salvará. Por ello, no estuvimos plenamente alegres, ya que aún Dios permanecía incompleto, y Su trono también estaba incompleto, como está mencionado: “Pues la Mano se alza en juramento sobre el trono de Dios: guerra tendrá Dios contra Amalek” (Shemot, 17, 16).
Pero ahora, en el último, “este es Dios, al que hemos esperado” que será completado, y no con la intención de que Él nos salve sólo en lo que se refiere a Él bendito, al salir del supuesto exilio de la Divinidad, y a través de ello, “alegrémonos y regocijémonos con Su salvación”-la de Él mismo. Ya que la salvación de Dios es la salvación de Israel, lo que no fue terminado en la construcción del segundo Beit HaMikdash, como será construido el tercero, pronto en nuestros días.
Alsheij-Rabí Moshé Alsheij (1507-1600), nació en Adrianopol, estudió con el Rabino Iosef Caro. Emigró a Israel y se asentó en Tzfat, donde se desempeñó como juez, como dictaminador de la Halajá (Ley Judía), y estuvo al frente de dos academias rabínicas. Recibió su título habilitante del Rabí Iosef Caro. Su comentario a la Torá se denomina “Torat Moshé”, y está basado en sus discursos.