¿Cómo es posible que los hijos de Iehudá traicionaron a Shimshón y lo entregaron en manos de los pelishtim (filisteos), si hay un temor razonable de derramamiento de sangre por el cual sería mejor matar y no transgredir? ¿Acaso es ésta la manera de conducirse y entregar a individuos para salvar al colectivo?
Después de que Shimshón se desilusionó de los pelishtim y se vengó de ellos por lo que le hicieron a su esposa y a la casa de su padre, él desciende a la peña de Eitam que se encuentra en la zona aledaña a la heredad de la tribu de Iehudá. Los pelishtim aprovechan esto y tratan de hostigar a la tribu de Iehudá a fin de presionarlos para que les entreguen a Shimshón que estaba en sus manos.
Los hijos de Iehudá, a pesar de su poder, no están en condiciones de enfrentar a los pelishtim con sus propias fuerzas ya que los pelishtim sometieron a Israel cuarenta años (Capítulo 13, versículo 1) y se ven forzados a dirigirse a Shimshón y exigirle la extradición a los pelishtim. Shimshón está dispuesto a ir con ellos con la condición de que no le ocasionen daño a él sino que a lo sumo lo apresen.
¿Y cómo es que los hijos de Iehudá traicionaron a otro judío y aceptaron entregarlo al enemigo? ¿Acaso no se trata de una grave transgresión de derramamiento de sangre por la que se debe entregar la vida con tal de que no se provoque la muerte de otro judío?
Al parecer, es diferente la situación en la cual se busca matar un judío para salvar a muchos judíos. La Torá señala que en un caso así, si se hizo en nombre de los que están interesados en él a fin de proteger a los otros, he aquí que se lo debe entregar (Rambam, Hiljot Iesodei HaTorá 5, 5)
No obstante, hay una divergencia entre los Amoraim (los sabios estudiosos de la Guemará), si es que se trata de un judío al que le corresponde la pena de muerte y sólo entonces está permitido entregarlo y tampoco debe hacerse ello desde el principio, mientras que aquí a Shimshón realmente no le corresponde la pena de muerte. Sin embargo, puede decirse que por el hecho que estaba en el territorio de ellos, he aquí que él les provocó la desgracia y hay en él una suerte de culpa que justifica su entrega.
Y aún más, ellos conocen acerca de la fuerza de Shimshón y que el espíritu de Dios se posó sobre él y así sabían que se podrá salvar de los pelishtim por gracia de Dios y así salvará a todos.