¿Cuál es el contenido y la temática de la segunda lamentación citada en nuestro capítulo?
La segunda lamentación comienza con la ira de Dios (“¡Cómo ha oscurecido en Su ira el Señor a la hija de Tzión!”) y concluye con la ira de Dios (“y no hubo en el día de la ira del Señor”), y toda la lamentación relata lo realizado por la ira divina en Iehudá, que lleva a cabo en Ierushalaim y en Iehudá lo que hace un enemigo, y ejecuta lo decretado y tramado hace tiempo. Esta vez no se apiadó, sino que mató, mutiló y se tragó a la hija de Tzión, y a fin de agravar el pesar del pueblo de Israel, llegaron los enemigos asentados en su entorno, para ver su caída y regocijarse.
Al principio de la lamentación, se describe principalmente la destrucción del Templo, que es calificado de diferentes formas: hermosura de Israel, el escabel de Sus pies, la tienda de la hija de Tzión, Su tienda, Su altar, Su Templo, la casa de Dios, el Templo de Dios. Todos, calificativos de respeto y afecto, que son una evidencia del enorme pesar por la dignidad perdida.
En la continuidad de los conceptos (versículos 10-17), aparece una lamentación por Ierushalaim. No hay semejanza para su dolor, ni se consuela con el sufrimiento de los demás. En el contexto de la lamentación, son mencionados críticamente los profetas falsos, quienes no se atrevieron o no supieron reprender al pueblo, para hacerlos retornar a Dios.
Extraído del Tanaj con el comentario de “Daat Mikrá”, ediciones Mosad HaRav Kuk, Ierushalaim, Relato de Eijá, síntesis del capítulo 2, página 19