La vestimenta de Shmuel lo destaca, pero, en contraste con Iosef, su singularidad no le provoca ser vanidoso sino por el contrario, relacionarse con otras personas en forma agradable.
No resulta casual que el texto bíblico se extiende en la descripción de la indumentaria de Shmuel. Shmuel “usaba un Efod de lino” (Versículo 18), tal como acostumbraban los Cohanim (Sacerdotes) (Capítulo 22, versículo 18), y tal como lo hizo David al trasladar el arca a Ierushalaim (Shmuel II, capítulo 6, versículo 14). El “Meil”, la túnica que le hizo su madre recuerda la túnica del Cohen Gadol (Sumo Sacerdote), y lo acompaña a Shmuel a lo largo de su vida (Capítulo 15, versículo 27) y se habrá de convertir en su señal de reconocimiento destacada, como figura en el episodio de la pitonisa “Y él le dijo: ¿Qué forma tiene? Y ella dijo: Un anciano sube, y está envuelto en un manto. Y Shaúl conoció que era Shmuel “ (Shmuel I, capítulo 28, versículo 14). La unión de la túnica y el Efod genera una sensación de santidad, que recuerda al Cohen Gadol; y esta santidad es la que caracteriza a Shmuel, a pesar de no ser Cohen.
Pero es posible que esta descripción incluya también otro aspecto. En el capítulo 1 es conocida la comparación entre la figura de Janá y la de nuestra matriarca Rajel. Ahora, a esta comparación se le agrega otra dimensión: las comparaciones entre los hijos nacidos tras el extenso período de esterilidad, Iosef y Shmuel. Ambos hijos son denominados “joven”, y el punto de similitud destacado entre ambos se pone de manifiesto a través de la singular prenda que reciben: “Empero, Israel amaba a losef más que a todos sus hijos… y él le había hecho una túnica ornamentada“ (Bereshit capítulo 37, versículo 3); Su madre le iba haciendo una túnica pequeña cada año, y se la traía cuando subía con su marido a traer la ofrenda anual “. (Versículo 19).
La comparación pone de relieve el contraste entre los dos niños. La problemática en la senda de Iosef durante su juventud está clara-se comporta de una forma defectuosa a nivel del vínculo con el prójimo: “Y Iosef trajo habladurías acerca de ellos a su padre “(Bereshit capítulo 37, versículo 2) esto en contraste con Shmuel, sobre quién está relatado en el final del episodio: “Y el joven Shmuel crecía y progresaba por el bien, tanto con respecto al Señor, como con los hombres” (Versículo 26)
Editado por el equipo del sitio del Tanaj
Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion.