La travesía de Iyov y de Kohelet

La travesía de Iyov y de Kohelet

El mundo de la fe del libro Mishlei, Proverbios, defraudó a los que escribieron los libros de Iyov y Kohelet. Ambos cayeron en la trampa de la desesperanza y la herejía en el valor de la vida. Los dos recuperaron la fe en la vida, no obstante, no era la misma fe íntegra del libro Mishlei, sino una fe compleja y más profunda.

Una de las actividades básicas de la investigación de la Biblia es la división por géneros. Kohelet, Mishlei e Iyov pertenecen al género de la literatura de la sabiduría, dicha literatura es parte de la literatura de la sabiduría que estaba muy extendida en el Antiguo Oriente.

La definición de los libros como pertenecientes a un determinado género señala hasta qué punto esta referencia es externa. Si el libro Mishlei representa a la literatura de la sabiduría, pues los libros de Iyov y Kohelet vienen a objetar la hipótesis básica de esta literatura. El libro Mishlei viene a indicar el camino hacia la dicha, mientras que Iyov y Kohelet objetan la afirmación de que exista una senda hacia la dicha-Iyov, a partir de sus tormentos y Kohelet por su enorme dicha.

El nexo entre Iyov y Kohelet se infiere también a partir de las argumentaciones de ambos, y así, por ejemplo, en nuestro capítulo Kohelet dice así: “…digo: es mejor que él, el aborto: Pues en absurdidad vino y en la oscuridad se fue; y en la oscuridad su nombre será cubierto: Ni tampoco sol él vio ni ha sabido; quietud hay para éste, más que para éste” (Versículos 3-5).

Iyov expresó un argumento similar-“O si no hubiera existido yo como aborto escondido, como los pequeñuelos que no vieron la luz” (Iyov, capítulo 3, versículo 16).

Iyov y Kohelet, ambos se focalizan en el aspecto duro de la vida, sienten sobremanera la carencia de la felicidad y elogian el aborto que no vio la vida. Mientras que Iyov, en su primer discurso solicitó morir como aborto, Kohelet está desilusionado de la vida pero no halla la salvación en la muerte.  

En los dos libros, hay una travesía. El comienzo del libro Kohelet refleja el desprecio por la vida, y su final refleja el descubrimiento de las maravillas de la vida y la fe, a partir de los actos de la persona “Suelta tu pan sobre la faz del agua, ya que al transcurrir muchos días lo habrás de hallar” (Capítulo 11, versículo 1).

“Alégrate mozo en tu juventud, y que se regocije tu corazón en los días de tus mocedades; y encamínate por los caminos de tu corazón y por la visión de tus ojos; pero has de saber que por todos estos... te traerá Elohim al juicio” (Capítulo 11, versículo 9).

“Y haya de volver el polvo sobre la tierra como era, mientras que el hálito habrá de volver a Elohim, quien lo había dado” (Capítulo 12, versículo 7).

Al igual que Kohelet, también el último discurso de Iyov es un discurso de amor y nostalgia por la vida: “¡Quién diera que yo estuviese como en los meses pasados, como en los días en que Dios me guardaba!: ¡Cuando resplandecía Su candela sobre mi cabeza, (y) a Su luz andaba yo por las tinieblas” (Iyov, capítulo 29, versículos 2-3)

El mundo de la fe del libro Mishlei, Proverbios, defraudó a los que escribieron los libros de Iyov y Kohelet. Ambos cayeron en la trampa de la desesperanza y la herejía en el valor de la vida. Los dos recuperaron la fe en la vida, no obstante no era la misma fe íntegra del libro Mishlei, sino una fe compleja y más profunda.
Gentileza sitio 929.

 

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