¿Por qué vino la reina de Shva al encuentro de Shlomó? ¿Qué le solicitó? ¿Y cuáles son las preguntas difíciles que le formuló?

El relato alusivo a la reina de Shva-tanto en el libro Melajim, Reyes, como en Divrei Haiamim, Crónicas-viene a continuación de la cooperación entre Shlomó y Jiram, el rey de Tzor, en los viajes con las embarcaciones desde Etzion Gaver hacia Ofir para traer de allí el oro (Melajim I, capítulo 9, versículos 26-28; Divrei Haiamim II, capítulo 8, versículos 17-18).

Los habitantes de Tzor eran principalmente comerciantes por vía marítima, mientras que los habitantes de Shva se ocupaban fundamentalmente del comercio por la vía del desierto.

Shva es un reino al sur de Arabia, cerca del Yemen actual. Los comerciantes llevaban allí mercancías valiosas de India y del lejano Oriente, y los habitantes de Shva cargaban las mismas en sus camellos y las llevaban hacia el norte, a través de Arabia, la ribera del Iardén (Jordán) y Siria. Se daba la situación que las caravanas de los comerciantes de Shva pasaban por la jurisdicción gubernamental del rey Shlomó y esto nos brinda una explicación simple de la visita de la reina de Shva a Shlomó, de los elogios que le dedicó y de los valiosos regalos que le trajo.

El texto señala:” el rey Shlomó dio a la reina de Shva todo cuanto ella quiso, y cuanto pidió” (Melajim I, capítulo 10, versículo 13; Divrei Haiamim II, capítulo 9, versículo 12). Pero el texto no explica qué le pidió la reina de Shva ni qué le dio el rey Shlomó. Y según lo que hemos mencionado, resulta que la reina de Shva le solicitó a Shlomó, que permitiera el pao de las caravanas de los comerciantes de Shva por su territorio, y que los protegiera de los ladrones, y el rey Shlomó accedió a todas las peticiones de la reina de Shva, y ella estaba muy conforme con los resultados de su visita, y también el rey Shlomó acumuló mucha riqueza a partir del acuerdo con la reina de Shva. Resulta también, que la gran sabiduría de Shlomó, que provocó la admiración de la reina de Shva y los “acertijos”, las preguntas difíciles que ella le formula, no eran “acertijos” ni “cuestionarios” en el sentido moderno de los vocablos, sino que se trataban de problemas concernientes a la protección de las ruta de las caravanas, y la satisfacción efectiva de las necesidades de los comerciantes, mientras se encontraban en el territorio del reino de Shlomó, y la reina de Shva pudo comprobar que Shlomó era un experto en esas cuestiones y que tenía la capacidad de organizarlas. Y esta es la sabiduría que le provocó tanta alegría a la reina de Shva.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Extraído de los cuadernos de Amós Jajam (capítulos diarios emitidos por la radio)