En el momento de la redención, el liderazgo jurídico y poíitico será Divino y no humano. Esto es destacado por el paralelismo entre las profecías de Yeshaiahu 1-4 y el libro Devarim.
En el capítulo 4, Yeshaiahu profetizó: “todo aquel que está inscrito para la vida en Ierushalaim” (versículo 3).
La ilustración que surge de esta profecía es que Ierushalaim será como una ciudad de refugio. Y así como un asesino que es condenado a cadena perpetua se dirige a una ciudad de refugio, así también, todo aquel que resulte inocente a la hora del gran juicio, se dirigirá a Ierushalaim, y allí tendrá protección-“ la cual será abrigo para sombra contra el calor del día, y para refugio y escondedero contra el aguacero y la lluvia” (versículo 6), y todo aquel que se halle fuera de Ierushalaim, será eliminado. En la Parashá, la sección alusiva a las ciudades de refugio en el libro Devarim, Dios ordena: “y extirparás al que derrame la sangre inocente de Israel” (Devarim, capítulo 19, versículo 13); y Yeshaiahu profetizó: “Cuando hubiere lavado el Señor la inmundicia de las hijas de Tzión, y hubiere limpiado los homicidios de Ierushalaim de en medio de ella, con espíritu de juicio y espíritu de ardimiento” (versículo 4). Y como todas las instituciones de liderazgo pasarán de las personas a Dios, también la ciudad de refugio adquirirá un sentido celestial en el momento de la redención.
El paralelismo de la profecía de Yeshaiahu en el capítulo 4 con la sección de las ciudades de refugio en el libro Devarim es una de las muchas que hay entre los capítulos 1-4 de Yeshaiahu y las secciones del libro Devarim.
La idea que se infiere de los paralelismos entre los capítulos 1-4 de Yeshaiahu y el libro Devarim es la negación del liderazgo humano en la justicia y el reino en el momento de la redención.
Así figura en el capítulo 3: “Porque he aquí que el Señoreador, el Señor de los ejércitos, va a quitar a Ierushalaim y a Iehudá toda suerte de sostén, todo sustento de pan y todo sustento de agua: el héroe y el hombre de guerra, el juez y el profeta, y el adivino y el anciano; el capitán de cincuenta...” (capítulo 3, versículos 1-3).
Esta idea de la eliminación del liderazgo, se combina muy bien con la idea del reino Divino que aparece en el capítulo 2.
La Parashá, la sección de Shoftim en el libro Devarim se ocupa de los establecimientos de liderazgo, y como contrapartida, Yeshaiahu profetizó la eliminación del liderazgo.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj.
Extraído de la publicación “Megadim”, de ediciones Tevunot.