Dios y su enviado Moshé preparan a los hijos de Israel para la guerra desde dos aspectos: el espíritu de combate, y también un buen equipamiento bélico. Estos dos aspectos son críticos en el campo de batalla y sin ellos el ejército no se movilizará.
Los versículos de apertura de la sección “Beshalaj” deben estar enmarcados en una pared de la oficina del Oficial de Educación: “Ocurrió que al expulsar Paró al pueblo, no los condujo Elohim por el camino de la tierra de los plishtim, porque cercano era, pues había dicho Elohim ... Para que no se arrepienta el pueblo cuando vean guerra y vuelvan a Egipto” (Versículo 17).
Dios fijó la ruta del camino de ellos no sólo a partir de criterios geográficos sino también teniendo en consideración el espíritu del pueblo. Si el camino será largo, los hijos de Israel podrán consolidarse y tomar coraje para las guerras previas al ingreso a la tierra.
La situación del pueblo de Israel en esa instancia fue muy bien descripta por el Ramba”m: “no es parte de la naturaleza humana que una persona haya sido educada en el servicio de la esclavitud con el material, los ladrillos y similares, y luego inmediatamente lave sus manos de la suciedad y luchará a la vez con los nativos gigantes” (Moré Nevujim, Guía de los Perplejos, parte 3, capítulo 32)
El espíritu de combate es un componente vital en todo ejército. La falta del espíritu de lucha genera una derrota estrepitosa. Sin el espíritu, los tanques no se moverán.
Pero no es suficiente con el espíritu. Inmediatamente después del versículo que describe la senda de los hijos de Israel, que aparece en el inicio de la sección, está escrita la siguiente frase: “Y armados ascendieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto” (Versículo 18). Según el texto literal, este versículo nos describe la preparación general de los hijos de Israel para la guerra. Se debe recordar, que también después de la extensión de la ruta, en esta fase no se hablaba de cuarenta años. Dicha postergación fue decretada a los hijos de Israel única y exclusivamente tras el pecado de los espías.
El programa original era ingresar a los hijos de Israel a la tierra después de un tiempo no prolongado de “entrenamiento duro” en el desierto. Dios y su enviado Moshé preparan a los hijos de Israel para la guerra desde dos aspectos: espíritu de combate, y también un buen equipamiento bélico. Estos dos aspectos son críticos en el campo de batalla y sin ellos el ejército no se movilizará.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Perashot" publicado por "Maaliot"