Los falsos profetas desempeñan una misión Divina

Los falsos profetas desempeñan una misión Divina

Con su discurso, Mijaihu configura la imagen celestial acorde a la imagen terrenal que contempla en este momento. Está interesado en generar en el seno de sus oyentes el impacto de que la imagen terrenal de la que forman parte, es la consecuencia y el reflejo de la imagen celestial.  

Mijaihu describe un evento celestial, en el cual está sentado el Rey-Dios, y delante suyo el ejército celestial, y Él los consulta a ellos acerca de cómo derrocar a Ajav. La descripción de Mijaihu es paralela al evento terrenal en el cual está Ajav, y delante suyo sus principes y profetas, y él los consulta. Mijaihu establece un paralelismo entre ambos eventos-el evento terrenal y el evento celestial, y los compara, ¡y de ese modo le concede al evento terrenal en el acceso a Shomrón, una enorme importancia! Dicho evento, sostiene Mijaihu, representa un reflejo (del que no son conscientes sus participantes) de lo acontecido previamente en el Cielo, en el evento celestial está puesta la atención de Dios y de su comitiva en Ajav, y él es el tema central, mientras que en el evento terrenal Ajav se haya en el centro: está sentado en su trono con su indumentaria de rey, y rodeado de sus hombres. Ajav pregunta a los que están con él qué hacer, tal como Dios se asesora con el ejército celestial, en lo concerniente a la suerte de Ajav. El ejército celestial, que le ofrece consejos a Dios sobre cómo terminar con Ajav, se refleja en el evento terrenal a través del grupo de los 400 profetas que profetizan ante Ajav y lo tientan a salir a la guerra en Ramot Guilad. Lo que sucede en la tierra, es por cierto, la traducción práctica en el mundo inferior de lo realizado previamente en el mundo superior.

Tzidkiá, el hijo de Kenaaná es el paralelo terrenal del “espíritu” que emerge de todo el ejército celestial, cuyo consejo es aceptado en la reunión celestial.

El estrecho paralelismo entre el evento terrenal y el celestial fortalece la sensación de que la descripción de Mijaihu del evento celestial, es su propia creación de este momento: al ver el evento festivo en el portón de Shomrón, se le ocurrió ilustrar la idea de manera irónica, que Tzidkiá y los 400 profetas forman parte del plan de protección, y que ellos desempeñan una misión Divina, a fin de tentar a Ajav para que salga a la guerra, y que muera en ella. Con su discurso, Mijaihu configura la imagen celestial acorde a la imagen terrenal que contempla en este momento. Y él argumenta la existencia de una dependencia opuesta entre ambas imágenes: Está interesado en generar en el seno de sus oyentes el impacto de que la imagen terrenal de la que forman parte es la consecuencia y el reflejo de la imagen celestial. 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”.

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