Cuando Moshé describe en nuestro capítulo a la generación del desierto, los califica como “los hombres aptos para la guerra”. Parece ser que el significado de este término se halla en una crítica a esta generación que temía de la guerra, esto en contraste con la nueva generación que creía en Dios y no rehuyó a una guerra contra Sijón y Og.
Moshé describe la travesía del pueblo rumbo a la tierra de Israel, tras largos años de permanencia (estadía) en el desierto. Moshé hace hincapié en que sólo después de que murieron los últimos que quedaban de la generación que salió de Egipto, se puede proseguir la travesía: “Y los días durante los cuales marchamos desde Kadesh Barnea hasta que cruzamos el arroyo de Zered, treinta y ocho años, hasta exterminarse toda la generación-los hombres aptos para la guerra-de en medio del campamento, como había jurado Adonai al respecto…y ocurrió que cuando hubieron concluido-todos los hombres aptos para la guerra-de morir en medio del pueblo... “ (Versículos 14-16)
La doble utilización del término “los hombres aptos para la guerra” genera cierto interrogante: ¿A quién se refiere Moshé precisamente con este término, y por qué lo utiliza? Rashbam escribió que se refiere a toda la generación de los espías que fue castigada en el desierto, y el calificativo “los hombres aptos para la guerra” se refiere al hecho de que el castigo de la generación del desierto, fue precisamente para todos aquellos que eran “mayores de veinte años” (Bamidbar capítulo 14, versículo 29), que como es sabido, es la edad de los que salen a la guerra en Israel.
La dificultad que hallamos en este comentario es que conforme al mismo, era más adecuado llamarlos “todo apto para el ejército” y no “los hombres aptos para la guerra”-un término que no es mencionado en el marco de las diferentes referencias de la Torá a la edad de veinte años. Parece que nuestra sección exhibe la cualidad de la segunda generación en comparación con la primera: mientras que la primera generación le temía a la guerra con los pueblos de Kenaan, he aquí que la segunda generación creía más en Dios. La segunda generación acató la orden de Dios-“empieza a desterrar y envuélvete con él en lucha” (Versículo 24), y no rehuyó a la guerra contra Sijón (Versículos 32-33) y Og (Versículo 3).
Es por ello que, esta generación tendrá el mérito de ingresar a la tierra, bajo la conducción de Iehoshúa Bin Nun, a quien Moshé le dice en los versículos que cierran esta sección: “Tus ojos han visto todo lo que ha hecho Adonai , vuestro Dios, a estos dos reyes, así habrá de hacer Adonai a todos los reinos por donde tú vas a transitar por ahí. No les teman, ya que Adonai vuestro Dios, Él es el que lucha por ustedes” (Capítulo 3, versículos 21-22).
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Nekudat Ptijá", publicado por el Instituto "Tzomet".