¿Cómo logró Yehoiadá planificar y llevar a cabo una revuelta militar debajo de las narices de Ataliá? Resulta ser que Yehoiadá mantuvo un vínculo continuo con los principes que quedaban aún de la época de Yehoshafat y eran ellos los responsables del cuidado y también de la difusión de la rebelión en el pueblo.
A fin de comprender cómo logró Yehoiadá planificar y llevar a cabo una revuelta militar debajo de las narices de Ataliá, debemos regresar al período del rey Yehoshafat.
El libro Melajim, Reyes, alude brevemente a la época de los reyes de Iehudá, pero lo que allí se omite, es completado por el libro Divrei Haiamim, Crónicas. En el capítulo 17 de Divrei Haiamim se relata acerca de las reformas administrativas de Yehoshafat. Cinco príncipes fueron designados por Yehoshafat para transmitir y enseñar en las ciudades de Iehudá-“ envió a sus príncipes BenHáil, y Ovadyá, y Zjaryá, y Netanel, y Mijaiahu, para enseñar en las ciudades de Iehudá” (Divrei Haiamim II, capítulo 17, versículo 7). Además divide a su ejército, y aparentemente, también a su reino,en cinco capitanes de millares: “De Iehudá, los jefes de millares eran, el príncipe Adná, y con él trescientos mil hombres fuertes y valerosos. Y a éste seguía el príncipe Yehohanán, y con él doscientos ochenta mil.Y a éstos seguía Amasyá, hijo de Zijrí, que se había ofrecido espontáneamente al Señor; y con él doscientos mil guerreros esforzados. Y de Biniamín, Elyadá, hombre fuerte y valeroso, y con él doscientos mil que manejaban arco y escudo. Y a este seguía Yehozavad; y con él ciento ochenta mil, ceñidos para la Guerra (Divrei Haiamim II, capítulo 17).
Al asumir el poder, Ataliá cambió al director ejecutivo por sus familiares, integrantes de la dinastía de Omrí, y esa es la causa por la cual destruyó a toda la descendencia real de Iehudá. No obstante, a los gerentes subalternos que no fijan la política sino que meramente ejecutan la gestión, no consideró oportuno cambiar. ¿Y cuál es la amenaza que puede surgir de ello?Y así fueron los cinco principes subalternos, capitanes de cientos, recorriendo el país año tras año. Visto y considerando que las cuestiones religiosas del Estado le correspondían a Yehoiadá en su carácter de Cohen Gadol, Sumo Sacerdote-la relación de los principes subalternos con él era continua y fluída.
Y por consiguiente, llegado el momento, Yehoiadá reunió a los cinco capitanes de cientos: “Mas en el año séptimo, Yehoiadá se hizo fuerte, y entró en pacto con los jefes de cientos Azaryá, hijo de Yeroham, e Ishmael, hijo de Yehohanán, y Azariahu, hijo de Oved, v Maaseiahu, hijo de Adaiahu, y Elishafat, hijo de Zijrí; y ellos, recorriendo Iehudá, juntaron a los levitas de todas las ciudades de Iehudá, y a los cabezas de las casas paternas de Israel, y ellos vinieron a Ierushalaim” (Divrei Haiamim II, capítulo 23, versículo 1-2). A pesar de que en nuestro capítulo no se menciona explícitamentela división en cinco, no obstante, el relato la conoce: “Esto, pues, es lo que habrán de hacer: La tercera parte de vosotros, que entran (de guardia) el sábado de los sacerdotes y los levitas (se apostarán) como porteros en las (varias) entradas. y (otra) tercera parte, en la casa del rey; y (otra) tercera parte, en la puerta del Cimiento; y todo el pueblo estará en los atrios de la casa del Señor. Y no entrará (nadie) en la casa del Señor sino los sacerdotes, y aquellos de los levitas que estén de servicio; ellos podrán entrar, porque están consagrados; mas todo el pueblo guardará la casa del Señor” (Versículos 4-6).
Es decir, un tercio asignado a los que ingresan en Shabat (la guardia entrante de los Cohanim), quienes también son custodios de Yoash o los que vigilan el trayecto del palacio del reino al Templo, un tercio, un tercio en el portón Sur, un tercio en el portón “detrás de la guardia real”, y otras dos unidades-de los que salen del Sabat (la guardia sacerdotal que culmina) y el cuidado de la Casa de Dios.
El texto bíblico da cuenta de que efectivamente ellos estaban en el seno del pueblo, difundieron la idea de la inminente rebelión entre los Leviim, los Levitas y también a los jefes de familias. Y así, sin despertar las sospechas de la reina, la red comunicacional operó y construyó la infraestructura de la rebelión. En efecto, la rebelión estalló de un modo totalmente sorpresivo.
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