Dos personas fueron enviadas para ver cómo estaban sus hermanos, luego ambos ascendieron a la grandeza y fueron coronados por la Gracia Divina. ¿Cuál es la relación entre la misión y la monarquía?
Un padre envía a su hijo menor para ver cómo se encuentran sus hijos quienes están en un sitio peligroso. El hijo, a pesar de que tanto él como su familia saben que está destinado a la monarquía, realiza un esfuerzo especial para ejecutar la misión que le fue encomendada, y se topa con un trato hostil de los hermanos celosos de él por su destino. A raíz de la misión, surge otra misión, más importante aún, y en última instancia, después de dificultades, el hijo menor asciende al poder y se convierte en un símbolo de gobierno israelí y de redención.
Este relato se repite en dos ocasiones en el texto bíblico, en las crónicas de dos figuras centrales del poder en la tradición judía-Iosef y David. (Bereshit capítulo 37; ShmuelAlef capítulo 17).
Este dato nos lleva a sugerir que existe un nexo educativo entre la misión en cuestión y el destino de los emisarios. Visto y considerando que estas figuras están destinadas al poder, deben someterse a una educación especial que los capacite para ello, y la historia de la misión de Iosef y David es un modelo para esta educación.
Iosef y David cumplieron con la voluntad de sus padres de ir a ver la situación de sus hermanos, a pesar de tener conciencia de su futuro status y el trato hostil de los hermanos. Como consecuencia de ello, se integró en una observación general básica: que por encima del líder está el verdadero rey del mundo y que el gobierno tiene una meta y un objetivo-servir y educar al pueblo judío.
Iosef y David hicieron la voluntad de sus padres en beneficio de sus hermanos. Después de que internalizaron esta cualidad, en la continuidad-en una mirada más amplia- cumplieron la voluntad de su Padre Celestial en favor de sus hermanos, todo el pueblo de Israel.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj de la publicación "Megadim", Editorial "Tevunot"