No liderar a toda costa

No liderar a toda costa

Ierushalaim quedó sin una protección adecuada. El profeta describe cómo el pueblo busca un líder que asuma la responsabilidad pero no hay nadie que esté dispuesto a hacerlo. ¿Por qué?

Hay una serie de hechos en el Tanaj, en los cuales se describe el pedido del público a una determinada persona para que lo lidere. Así, por ejemplo, encontramos en el episodio de los Sabios de Guilad quienes le solicitaron a Iftaj que los liderara, después de que el rey de Bnei Amón comenzó a hostigarlos (Shoftim, capítulo 11, versículos 5-6):” Y fue cuando los hijos de Amón lucharon contra Israel, los ancianos de Guilad fueron a buscar a Iftaj de la tierra de Tob. Y dijeron a Iftaj: Ven, y serás nuestro comandante (líder), para que peleemos con los hijos de Amón”. Iftaj se mostró sorprendido de la propuesta, por el hecho de que ellos ya lo habían rechazado, pero finalmente acepta la propuesta con la condición de que lo nombren como jefe.

Resulta interesante que un pedido similar figura en nuestro capítulo. La situación del país en Iehudá y Ierushalaim es más que difícil desde el aspecto económico y social, de modo que debido a tanto desaliento cada uno se dirige a un familiar o a un amigo que tome el control a fin de intentar asumir la responsabilidad ante la difícil situación y tal vez, rescatar a todos del “barro (mal)” en el que se han visto atrapados: “Entonces un hombre echará mano de otro, en casa de su padre, diciendo: "Ropa tienes, tú serás nuestro magistrado, y esta ruina estará bajo tu mano!” (versículo 6).

El profeta describe que todo aquel al que se le solicite, rechazará el pedido y no estará dispuesto a ser su líder. ¿Acaso porque es irresponsable y no está dispuesto a ser la persona, donde no hay nadie que se asuma como tal? O quizás, y así parece ser, la razón es porque no se considera apto para ser el líder en un momento tan difícil como éste y no quiere engañar a la gente (según Jaguigá 14a). A veces, el pedido a Dios a partir de la fe y la creencia de que Él es el auténtico líder, esa es la solución.

Así, por ejemplo, responde Guidón a los que le solicitan que sea el rey tras vencer a Midián (Shoftim, capítulo 8, versículo 23): “Y Guidón les respondió: No gobernaré sobre vosotros, ni mi hijo los gobernará: el Eterno gobernará sobre vosotros”.

 

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