Yeshaiahu se dirige a los exiliados que se ven y se consideran a sí mismos como discapacitados, que no creen en su capacidad de ser redimidos y que les parece que la senda es difícil y larga, e intenta convencerlos de que crean.
Todos quieren ser redimidos, todos desean la independencia, todos quieren retornar a su patria. Pero en el trayecto, hay múltiples dificultades.
Yeshaiahu, en su profecía del capítulo 35, se dirige a los exiliados, los consuela y les cuenta acerca de la futura redención. Según nuestro capítulo, la redención se dará de forma milagrosa, también en el nivel geográfico-realista y también a nivel personal, y resulta interesante ver los problemas y las dificultades, con las cuales Yeshaiahu está persuadido, deberán lidiar los exiliados:
Un problema serio es el desierto que separa a la Tierra de Israel de Bavel, y que debe ser superado. Pero este no es el único problema, Yeshaiahu está persuadido de que también habrán en el pueblo ciegos, sordos, cojos y mudos. ¿Acaso Yeshaiahu refiere a verdaderas discapacidades o tal vez, alude a ellas como a metáforas? Ceguera espiritual, sordera y debilidad de las personas que pueden oír, que son fuertes, sanas y que también pueden hablar, cuyo problema es que no quieren escuchar ni ver la realidad.
En otros lugares de los capítulos alusivos a la redención de Yeshaiahu, parece que se refiere a obstáculos que no son fácticos, por ejemplo, en el capítulo 42: “para que abras los ojos ciegos, para que saques del calabozo a los presos, de la cárcel a los sentados en tinieblas” (capítulo 42, versículo 7). Aquí también parece que Yeshaiahu no se dirige realmente a los discapacitados, sino a personas comunes que no creen en su capacidad de ser redimidos, que les parece que el camino es duro y largo, que hay un desierto en el camino, que ellos no ven ni escuchan la realidad tal como es, que se consideran a sí mismos como cojos y mudos.
Y tal vez sí vean la realidad tal cual es. Realmente hay un desierto, realmente los rumores no son buenos y parece que la situación no es la apropiada para la redención. Y aún así, Yeshaiahu los insta a contemplar los hechos de un modo diferente, a creer, a ser visionarios. De hecho, tal vez sea esta la función del profeta, del visionario: provocar que el pueblo también crea en la visión. Y en la visión profética.
Cortesía sitio 929.